miércoles, 26 de octubre de 2011

Tiempo cero


Estuve pensando estos días en la razón de todas las cosas negativas y eventos inhumanos que día a día veo en las noticias y en todas partes del mundo. Debo confesar que día a día me horrorizo mas con las cosas inhumanas que seres salvajes y abominables llegan a hacer sin remordimiento alguno y he tratado de buscarle un porqué a toda esta situación.
Ver a mujeres con los rostros quemados por esposos celosos, apareciendo muertas, asesinadas como cualquier animal de corral, habiendo sido víctimas del salvajismo puro y endemoniado de aquel despojo humano que queda después de tan horroroso evento y que se hace llamar aún hombre o esposo de la difunta.
Ver la mediocridad con la que se desenvuelven muchas de las personas que se encuentran a mi alrededor, personas que consideran que lo único que tienen por vivir y para vivir es la manzana o barrio en el que viven. Personas que no ven ni buscan salir más allá de aquello que consideran su territorio, personas que se aferran tanto a un ser, tanto a una persona al punto que hacen que sus miserables vidas giren en torno a lo que hagan o dejen de hacer sus, mal llamados, ídolos.
Personas que actúan de la manera más torpe posible con el único fin de llamar la atención de los demás, esa que no encuentran en casa de parte de nadie o simplemente personas que no tienen a nadie a quien amar y querer o que no tienen ni una madre ni un padre que les enseñe lo que es amor y lo que es cariño.
Jóvenes que desesperados por la soledad en la que este mundo globalizado exige convivir, y ante la falta o ausencia de algún padre, buscan el amor el cariño y el afecto, no siempre del modo más correcto. Adolescentes que frustrados por la falta de interés de aquellas personas que consideran lo más valioso de su pequeño mundo, simplemente deciden ir por otros caminos, nada positivos y de los que muchas veces, nosotros como parte de una sociedad tenemos la culpa y gran responsabilidad también pues los dejamos actuar y los dejamos seguir.
Padres que consideran que con darles todo lo material, y aquello que alguna vez ellos desearon, a sus hijos están haciendo de ellos personas de bien, sin darse cuenta que lo único que están engendrando son seres parasitarios acostumbrados a vivir del huésped que los aloje. Padres mediocres que ante un comportamiento negativo de sus hijos responden con la absurda frase: ¡pero si a mi niño no le falta nada!, sin darse cuenta que la carencia de ellos no va precisamente por el plano material.
Muchas cosas definen nuestras vidas y nuestros pensamientos, soy una persona que cree firmemente en que aquello que hoy somos, es precisamente el resultado de aquello que siempre tuvimos y de aquello que siempre nos faltó. De aquello que sobrellevamos y de aquello que muchos aún cargamos.
Este tiempo he conocido a muchas personas, he conversado con muchos conocidos, con muchos otros desconocidos también y siempre llego a una sola conclusión. El ser humano es fascinante en cualquiera de sus formas, en cualquiera de sus experiencias, en cualquiera de sus vidas, en cualquiera de sus días.
La psicología de cada individuo es tan compleja y a la vez tan deducible y descriptible, lo que muchos de estos seres humanos realmente desean es atención, muchos jóvenes buscan a sus padres y no los encuentran, buscan a sus amigos y no los hallan, buscan en ellos mismos y encuentran vacios espirituales, vacíos conductuales, vacios que no refuerzan ni una sola conducta y por lo tanto hablamos pues de seres falsos y débiles sin refuerzos internos, con necesidades de aceptación, con necesidades de refuerzos, con necesidades de afectos, con necesidades de reconocimiento, con necesidades humanas insatisfechas, pero sobre todo con el alma fría deshecha y descompleta.
El ser humano siempre estará insatisfecho por naturaleza y siempre buscará respuestas, hoy describo situaciones recurrentes y los conflictos que habitan aún en mi cabeza. ¿Qué estamos haciendo para detener nuestra violencia?, ¿Qué estamos haciendo por nuestros pequeños?, ¿Qué estamos haciendo por nosotros mismos?, ¿Qué esperamos de un mundo futuro?, ¿Qué esperamos dejar para los que vienen?, ¿Qué estamos haciendo hoy para remediar lo que todo el mundo bien ganado tiene?, se que fuera de mi no están las respuestas, que fuera en los demás probablemente tampoco. El cambio empieza siempre por dentro, el cambio implica comenzar de cero, y comienza SIEMPRE desde uno mismo primero. ¿Comenzamos a hacer algo, o simplemente seguimos mirando?

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