jueves, 26 de agosto de 2010

La Culpa La Tiene El Espejo - Parte II

Y los llamamos ladrón, pero no tienen la culpa, la oportunidad se la dimos nosotros, se la volvimos a dar y se la volveremos a dar. Los llamamos así y nos sentimos bien, tan bien como cuando sabemos que hemos comprado CD’s y películas Piratas. Como cuando compramos ropa supuestamente de marca y sabemos que es de contrabando. Como cuando pagamos a alguien para que nos haga “un favor”, como cuando damos “propinas” para no rendir exámenes, como cuando intentamos “sacarle la vuelta” a alguien con algún cuento, como cuando pagamos a algún policía para que no nos vea. Porque somos una sociedad hipócrita. Porque es más cómodo culpar y acusar a uno por el error que cometimos todos.

Podrán pasar y venir muchos, tal vez tengamos al mejor gobernante del mundo, pero siempre encontrará al mismo pueblo, encontrará a la misma masa podrida y fermentada y no tendrá más para gobernar. Porque nuestros gobernantes son nuestros representantes y lo que representan ellos, es lo que somos nosotros. Lo que les gritamos desde casa con la esperanza que nos escuchen es lo que somos.

Porque nunca decimos nada, porque nunca hablamos con fundamento, porque de ellos no depende que salgamos adelante, porque ellos no solucionarán nuestras vidas, porque ellos cobran un sueldo por “trabajar y amar” a su pueblo, y porque nosotros nos dejamos engañar, porque simplemente no nos interesa.

Porque es más importante ver la novela, porque la libertad que cantamos en nuestro himno nacional, la perdemos cada vez que nos obligan a votar. Porque terminamos marcando por el símbolo más bonito, porque terminamos votando por el candidato que bailó mejor, porque preferimos votar por el candidato que nos regaló un polo con su horrendo rostro, porque no tenemos conciencia, porque somos indiferentes a nuestra realidad, porque preferimos vivir en la mediocridad, porque marcaremos y luego sabemos reclamaremos, y nuestros gobernantes son el común denominador de todo ello.

Ellos no tienen la culpa, el culpable es a quien ves en un espejo, porque tu presidente o alcalde, no te educará, porque él no te hará cambiar, porque él no criará a tus hijos, porque él solo es ejemplo de lo que no se deber hacer. Porque él no estará en tu hogar, porque él jamás te dará de comer, porque él jamás trabajará por ti y para ti, siempre trabajará “por el pueblo”.

Mientras no seamos capaces de entender todo lo que pasa en este momento, seremos incapaces de saber lo que pase en un futuro. Mientras no dejemos de vivir del pasado, y sigamos viendo con ilusión lo que algún día fue, y no comencemos a ser conscientes y protagonistas de nuestro hoy, seguiremos soñando despiertos.

Porque no nos interesa aprender y a nuestros gobernantes les interesa que no aprendamos, porque nos gusta esperar a que alguien caiga para destrozarlo y no ser los protagonistas de esa caída. Porque nuestra debilidad mental y llena de complejos no nos deja ver la realidad.

Tenemos lo que merecemos, y sabemos que no lo merecemos, pero no hacemos por cambiarlo. Vivimos en democracia, pero no sabemos la gran significancia de esa pequeña palabra. No somos conscientes aún del poder de un voto.

Cada 4 y/o 5 años, tenemos la oportunidad de elegir a un gobernante, pero cada día que pasa tenemos la oportunidad de comenzar de nuevo. Cada segundo que pasa, podemos aprender, cada día que pasa podemos enseñar. Dejar de ver una novela y leer algún buen libro, tomar conciencia de nuestros tributos y analizar en qué los utilizan, interesarnos más por nuestra política, en no seguir siendo cómplices pasivos de nuestros queridos “ladrones”, dejar de ver a los demás bailando por un sueño y comenzando a trabajar por construir y hacer realidad el nuestro.

¿Quiere un culpable?, mire al espejo; Si quiere un cambio, depende de la persona que vea en el espejo; ¿Está cansado de ver cómo se burlan de usted?, el culpable está en el espejo; ¿Quiere cambiar su destino?, su guía la tiene en su espejo. ¿Quiere cambiar el mundo de la noche a la mañana pero siente que no puede?, Tome su tiempo y empiece con la persona que ve en el espejo.

Cantamos ser libres, y juramos serlo por siempre, sin embargo pensamos aún que dependemos de nuestros gobiernos. ¿Quiere ser libre? Cambie su esquema mental, ¿Quiere serlo siempre? Trabaje con pasión y haga siempre lo que le gusta, ¿No quiere faltar al voto solemne? Pues entonces, sea consciente. La próxima vez, antes de gritar ladrón, piense quién tuvo en sus manos la decisión… tal vez el culpable está en su espejo.

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