miércoles, 28 de diciembre de 2011

2012

Un día mas y llegará el nuevo año; para este 2012, los “eruditos” en el

tema de predicciones y todo lo demás aseguran, por millonésima vez, que el mundo se acabará. Lo mismo aseguraban también allá por el año 2000, pero bueno… el ser humano en su afán de figurar y cuestionar lo científico versus lo divino, cosa que resulta siempre innegablemente interesante, llega a estas interesantes conclusiones que al final entretienen a unos y llegan incluso a aterrar a otros.
Este 2011 que se nos va se caracterizó por eventos políticos de trascendencia, por la búsqueda en el mundo de los derrocamientos de antiguas dictaduras, por muertes inesperadas, por fenómenos naturales devastadores, por eventos diarios de horror y muerte, homicidios, parricidios, fratricidios, por asesinatos monstruosos e inexplicables e incomprensibles, hasta ahora para mucho seres humanos.
Si el 2012 el mundo como tal dejara de existir, tal vez y el universo no pierda nada bueno, al menos a estas alturas de nuestra vida. Sin embargo existen aún personas con don de gente por las que considero que gracias a ellos el mundo aún sigue siendo mundo, y dicho sea de paso, nosotros aún seguimos existiendo.
¿Debemos entender el fin del mundo como la desaparición total del planeta tierra en el mapa del universo?, era lo que me preguntaba mientras veía en las noticias los “augurios” de aquellos que aseguran todo terminará el 21 de diciembre, y es que me resulta casi inconcebible de pensar que de un momento a otro todo aquello que denominamos planeta tierra deje de existir, por el simple hecho de que un muro lo tiene escrito o algún sabio de siglos atrás lo pronosticó así.
Al paso que vamos como seres humanos, me resulta más fácil pensar que si algo llegara a pasar para el 2012, más que la desaparición del mundo como tal, tal vez y lo que se llegue a acabar es la humanidad del hombre.
Tal es así, que lo presenciado este año a través de las noticas a nivel local e internacional solo nos hacen caer en cuenta de que algo anda mal con nosotros, el ser humano en el desarrollo de su potencial y de los medios necesarios para su desarrollo, incluidos en este último lo tecnológico, está llegando a un punto en el que no existen casi límites para hacer o dejar de hacer algo.
El uso positivo y negativo de la tecnología, así como los diferentes avances en las distintas formas de lucrar con la privacidad de la gente haciendo el mal, o dañando la integridad de las personas en cualesquiera de sus formas, además de las diferentes formas de crear y destruir que el ser humano está encontrando son nada mas la micro muestra de las cosas que, si bien es cierto a nivel humano nos están llevando por el camino de un desarrollo tecnológico y crecimiento agigantado, por otro lado, nos conducen también a la degeneración de los correctos modos y usos para los que originalmente fueron creados todos los aparatos tecnológicos hasta el día de hoy.
En cualquiera de sus manifestaciones, la destrucción del mundo se me hace imposible, es más factible que los eruditos se refieran al fin de la humanidad que no es otra cosa más que la forma de ”civilización” que el hombre está eligiendo para vivir. Si se tratara todo acerca de esto, es de esperarse que aquellos que vivimos aún bajo el concepto de humanidad y todas sus características permanezcamos aún con vida en un futuro muy cercano. Sin embargo, la otra cara de la moneda, es decir aquellos que en nuestro afán de crecimiento y desarrollo perdemos cualquier sentido de humanidad, estamos condenados simplemente a desaparecer de la faz de este planeta y ser olvidados en la eternidad o mal recordados si es que acaso alguien nos tuviera en su mente.
Estamos a tiempo aún de lograr muchos cambios, no pensemos en qué hacer para salvar al mundo del colapso, comencemos primero a cambiar nosotros mismos y convertirnos en una especie de virus transmisor de bondad y bienestar, hagamos que nuestra conducta tenga un efecto multiplicador sobre los demás y que sobre todo este año que recién comienza, sea un año de cambio real y positivo no solo para nosotros sino para todos aquellos que nos rodean.
Este año 2011 ha terminado, y el próximo que viene debe ser mejor, si considera que es el último en su existencia, viva intenso cada uno de sus últimos días en la faz de la tierra y haga las cosas que jamás haría sino supiera que fuera a morir, al final del año, se dará cuenta de lo rico que es vivir intensamente. Pero si está del lado cuerdo del asunto, considere que el nuevo año que se acerca debe ser un año de cambios, de transformación y sobre todo de superación y realización personal y espiritual. Éxitos en el 2012, un abrazo cálido y fuerte y muchas bendiciones para los próximos 366 días…

jueves, 22 de diciembre de 2011

25 de Diciembre


Y más rápido que de costumbre se pasó la semana y celebraremos navidad. La noche del 24, lo más probable es que estemos reunidos en familia tratando de pasar un momento juntos, sobre todo de tranquilidad y unión. Que esta fecha sirva no solo para mantener un momento familiar sino también para darnos un respiro, tomarnos una pausa y reflexionar en todo aquello que durante el año ha sucedido. Recordemos a aquellas personas que nos acompañan desde mundos poco alcanzables e incomprensibles aún para nuestra imperfecta humanidad, recordemos a aquellos que tal vez y no tendrán la suerte o fortuna de tener a algún familiar a su lado, a aquellas personas que tal vez y pasen las fiestas laborando, a todas las personas que aquella noche mientras la comida se sirva y nuestra panza reviente luego por la gula navideña, no tendrán nada que comer, o en aquellos que haciendo el mayor esfuerzo posible, no logren si quiera la cuarta parte de lo que Dios y la vida misma se haya encargado de colocar en nuestras mesas, recordemos también que en una semana más, el año se nos va. Que el temido 2012 llega, y aunque UNA VEZ MAS digan que el mundo se va a acabar, nuestra vida tiene que continuar.
Hagamos que no solo esta fecha sea especial, hagamos de todos y cada uno de nuestros días algo especial, que cada día que pase realmente cuente, que los momentos en familia realmente sean eso, la excusa perfecta para estar con los seres humanos que la vida nos puso en esta vida.
Navidad, la excusa perfecta para perdonar, la excusa perfecta para olvidar , la excusa perfecta para hacer esa llamada a ese alguien, para enviar los mensajes de texto a media lista de contactos en el celular, la excusa perfecta para intentar pasar un día perfecto.
Desde este pequeño espacio, solo debo agradecer tener la oportunidad de dirigirme a usted por segundo año consecutivo en esta fecha tan especial, gracias también al Barbón (que como muchos saben es como suelo llamar a Dios), porque a él le debemos todo, porque a él le deberemos lo que tendremos esa noche y todas las demás que vendrán. Gracias a él también porque a fin de cuentas este día se conmemora el nacimiento de su hijo, razón y motivo suficiente de celebración universal, aunque la parte comercial sea muchas veces más considerada por nosotros mismos.
Este 25 de diciembre muchos irán a misa, muchos iremos a alguna fiesta, muchos dormiremos rebosantes por la gran faena navideña, muchos dormiremos con la pena de no tener a algunas personas a nuestro lado, muchos pensaremos en muchas otras cosas, otros simplemente no pensaremos en nada. Espero que esta fecha sea realmente, para usted, un encuentro con El Barbón, un encuentro en comunión con la familia pero sobre todo un reencuentro con nosotros mismos, con nuestro ser interior, con nuestras penas y alegrías, y sobre todo un día de pacto con nuestro yo interno para hacer de nuestra vida algo especial, para hacer de esa fecha algo diferente.
Escribir feliz navidad me suena tan simple, tan vacío, como cuando en un funeral gente desconocida te abraza y besa para decirte “mi sentido pésame”, cuando por dentro lo único en lo que estás pesando es en que nadie se acerque.
A todas aquellas personas que me conocen, a aquellas que no también, a todas las personas que de alguna o otra forma o medio lleguen a leer este escrito, simplemente, aprovechando y abusando una vez mas de esta fecha, les deseo la mayor de las alegrías para estas fechas, la sensación de satisfacción por el reencuentro con los suyos y con uno mismo, pero sobretodo espero logren encontrar en sus mentes y corazones el verdadero motivo del origen de esta fecha. Recibir regalos es muy bonito, pero habrá también quienes no recibirán nada. Un regalo material se acaba, un regalo físico lo podemos romper, lo podemos perder, lo podemos quemar, es mas puede que ni siquiera pase de la navidad.
Regalemos esta fecha especial, algo que jamás olvidaremos y que quedará grabado en nuestra novena conciencia, en ese arayashiki que nos hará recordarlo en todas nuestras reencarnaciones, regalemos amor, regalemos una sonrisa, regalemos un abrazo sincero, regalemos un beso, regalemos alegría, regalemos las palabras exactas a las personas indicadas, regalemos perdón, regalemos tranquilidad, regalemos paz, y sobre todo, regalémonos a nosotros mismos la capacidad de la auto felicidad.
Esta noche de 24 o mañana del 25, mientras los cohetes revienten, mientras los niños tengan sus luces de bengala, mientras los arbolitos artificiales brillen con las luces navideñas, mientras nuestro niño Jesús de yeso sea colocado en el “pesebre”, mientras nos abracemos, mientras cenemos, mientras festejemos, mientras estemos con nuestra familia, mientras hagamos lo que hagamos recordemos siempre que el ser humano es mezcla de alma y cuerpo, el cuerpo será saciado de alguna forma. Hagamos también que aquel día nuestro espíritu renazca en la alegría, se fortalezca en nuestra fe y sobre todo avancemos un paso más en nuestra trascendencia universal. Que tengan una noche buena, y que este 25 de diciembre sea para todos la excusa perfecta para demostrar nuestra capacidad y voluntad para hacer de nuestros días, en adelante, algo verdaderamente especial.

sábado, 17 de diciembre de 2011

Reflexiones de diciembre


Diciembre 14, despierto y abro las cortinas de la ventana que dan al balcón de mi habitación, me asomo por ella y veo al “vigilante” dormido en su asiento, la gente pasando apurada por llegar al trabajo, los chicos con uniforme corriendo para llegar al “cole”, el lorito de alguien que hace meses se escapó y sorprende con su léxico nuestras mañanas, es diciembre de nuevo…
Las casas de la vecindad con sus arreglos navideños, no faltan las botas o coronas en las puertas, las luces artificiales simulando ser estrellas, los adornos diversos, desde ángeles, pasando por venados, una fauna navideña diversa, y “Santas”, en todas las presentaciones.
Me pregunto por qué tenemos la necesidad de llenar nuestros ambientes de esa forma, si, lo sé es navidad, se recuerda el nacimiento del niño Jesús y todo lo demás, viene a mi mente el pensamiento tonto y tal vez loco, del qué pasaría si por cada recordatorio del nacimiento de alguien, nosotros los humanos pusiéramos todo esta suerte de decoración poco típica en nuestras casas. A veces me parece tan bonito todo el asunto navideño, y a veces también me parece algo tan vano… tan vano como pasar por el centro de la ciudad y ver un montón de adornos bonitos embelleciendo, plazas, locales e incluso la iglesia, ver las luces de la navidad brillando en la cara de los indigentes que tuvieron la desafortunada idea de venir de algún lugar de la sierra para terminar pidiendo limosna tirados en la calle jalándote el pantalón para que les hagas caso y le des unos céntimos, tan vano como que aquellas organizaciones que piden colaboración para hacer el bien con la gente humilde, mientras están adornadas de artículos y objetos navideños, que tal vez cuesten más de lo que el buen corazón de muchos parroquianos pueda llegar a donar por estas fechas.
La efectividad comercial de estos días es un hecho, las personas en su mayoría pensamos en los regalos, en los que recibiremos y en los que entregaremos, todos hacemos planes para ese 24 de diciembre en el que esperaremos las doce de la noche o las cero horas del 25 de diciembre en una calurosa noche de verano, sentados con chocolate hirviente a la mesa, con tal vez algo de pavo, o pollo en algunos casos, y alguna que otra combinación de comidas que solo la gula navideña nos hará tragar.
Y nos pasamos el tiempo basados en la artificialidad de estas fechas, llenando nuestras casas con luces, para iluminar tal vez parte de nuestras tristezas, reventando cohetes para expresar alegría o simplemente por chacota, por hacer rabiar al vecino, por hacer correr a los perros, o por cualquier otro extraño motivo.
Llegarán las doce y los teléfonos se bloquearán como cada año, porque todo el mundo querrá saludarse al mismo tiempo, a la misma hora y por el mismo canal, muchos celebraremos, otros simplemente dormiremos o trataremos al menos. Usaremos nuestros mejores trapos ese día porque es navidad. Y porque en navidad “no puedes vestirte mal”.
Pasarla en familia si la tienes, sino, recordar esa noche de 25 cuántos seres ya no nos acompañan, o darte cuenta tal vez que no es que no tengamos familia, sino que somos nosotros los que ya no podemos estar con ellos por diversas causas y cosas. Saludar a cada conocido al día siguiente con un abrazo o de lejos deseando una feliz navidad a diestra y siniestra.
Las noticias del día “D” serán acerca de los borrachos que murieron por celebrar aquella noche, o de los niños que perdieron alguna parte de su cuerpo por jugar con los cohetes que no debieron si quiera tocar, o de alguna balacera que terminó matando a alguna persona inocente o culpable en esa fecha “tan especial”.
Y es que es todo tan predecible, tan de siempre, tan igual a todos los años, con variaciones mínimas pero que en conjunto terminan siendo la repetición de lo mismo. No puedo negar que es una fecha muy especial, pero tampoco puedo negar que desde mi punto de vista, es una celebración más de la banalidad a la que muchas veces nos sometemos por costumbres absurdas, traídas desde no sé donde e inventadas desde no sé cuándo y no se por quien.
Obviamente están también las personas que realmente recordarán el verdadero motivo de la conmemoración de esta fecha y no puedo decir nada al respecto, porque debo confesar que no me encuentro en ese grupo desde hace muchos años. En fin hay tiempo para reflexionar, aun queda una semana, después de todo en un solo segundo, la vida puede cambiarnos para bien o para mal, veremos que sucede este año hasta esta navidad…

viernes, 25 de noviembre de 2011

Carta…


¿Cómo vas?, espero que bien, yo por acá intentado seguir con mi vida como siempre, pues es lo único que queda. Debo confesar que estos días en los que tu ausencia me acompañó, no han sido nada fáciles, sin embargo y en contra de lo que yo pensaba, no fueron tampoco muy difíciles. Y es que en realidad he recordado en este tiempo que tu presencia, a pesar de tu corta cercanía, fue algo a lo que realmente nunca estuve acostumbrado, pero debo confesar que me hacía bien tenerte allí y saber que podía encontrarte a mi lado.
En este tiempo he recordado lo poco que hayamos podido vivir juntos y las experiencias que la señora vida nos ha regalado, experiencias cortas pero tal vez y algunas de las más intensas que haya vivido en mi nada divertida vida.
Quisiera hacer, a veces, una lista de tus errores y tus defectos pero creo no sería bueno, para mí que no puedo seguir perdiendo el tiempo pensando en lo no positivo que fuiste en mi vida, ni para ti que probablemente ni si quiera te importe lo que llegue a concluir.
Prefiero recordar los pocos momentos juntos, los pocos momentos de alegría plena, y los momentos vividos de angustia también, porque quiérase o no, fueron momentos vividos a tu lado y a tu lado es que he aprendido a vivir, a tu lado es que he aprendido a madurar, a tu lado es que he aprendido a no ser el mismo, a tu lado sé que he evolucionado, a tu lado sé también que he disfrutado, pero sobre todo sé que a tu lado he vivido.
Y es que tu ausencia me afecta, y cuesta reconocerlo, porque de alguna forma eres parte de mi vida o tal vez yo también de la tuya, afecta porque sé que vives, pero no te veo, porque sé tal vez y no te vuelva a ver hasta el día que tenga la certeza que hayas muerto. Hoy tiemblo al pensar en ese inevitable momento y espero tal vez que seas tú quien finalmente llegue a mi encuentro.
Tal vez y has hecho mucho daño, más daño del que realmente te imaginas, pero la distancia y el tiempo, dicen los sabios, que borra todo, que cura heridas, lamentablemente la piel no es perfecta y queda marcada con cicatrices de por vida. Marcas de vida, marcas de experiencia, marcas que nos auto infligimos con la torpeza digna de cualquier ser no humano, marcas provocadas por tu existencia, por tu presencia, por tu no sapiencia, por tu ignorancia y sobre todo por la importancia con la que mi alma considera tu existencia.
¿Habrá segunda chance?, no lo sé y es lo que, por el momento, menos me interesa. Quiero comentarte que no me gusta estar a distancia de tu alma, que tu ausencia, para mí, implica hoy aceptar que tengo un enorme vacío allí donde alguna vez estuviste tu, que contrariamente a la pena y malestar que sentía por eventos ajenos a nosotros, y a la esperada desesperación que auguraba iba a sentir, hoy estoy aquí tranquilo aunque no feliz.
Aunque no tenemos mucho en común, a pesar del lazo que nos une, hoy no me es difícil no saber de ti, aunque no quiera recordarte, estás en todos lados, estás en el celular, estás en aquellos mensajes tuyos que aún conservo, estás en mi facebook, estás en mi messenger, estás en mis sueños, y debo confesar que también en algunas de mis pesadillas, estás donde no quiero que estés, estás cada vez que cierro mis ojos, estás cada vez que me propongo dormir, estás cada día que trabajo, estás en todas y cada una de las cosas que hago y que no hago, tu imagen está enquistada en mi cerebro, en mi mente, en mi alma, en mis 9 conciencias en mis 8 sentidos en todo aquello que respiro y percibo.
Eres como un virus que mi cuerpo se resiste a eliminar, eres parte de mí a pesar de todo, porque la vida lo quiso así, porque yo no lo elegí y tú tampoco, porque la naturaleza sabia y anciana decidió hacer que nuestras almas se encontraran, que nuestras existencias se encontraran en esta reencarnación, en estas vidas, porque estoy seguro que Dios me puso en tu vida por algo, y te puso en la mía por la misma razón, porque sé que aunque pequeño tu aprendiste de mi tal cual yo aprendí, sigo aprendiendo y espero, con sentido masoquista tal vez, seguir aprendiendo de ti.
Hoy no estás a mi lado, y de hecho he pensado; creo que tampoco nunca lo estuviste, sin embargo debo confesar, que la distancia me hace recordarte, que cada vez que abro los ojos, pienso en ti y me pregunto qué te estará pasando, qué estarás pensando, qué estarás viviendo, qué estarás comiendo, qué estarás haciendo, qué estarás esperando, y a veces debo confesarlo, me pregunto si alguna vez regresarás a nuestro lado.
No debo ser más extenso, pues el espacio aquí a veces me resulta pequeño, y no es reclamo, es simplemente un “aclaro”. Me despido de ti deseando como siempre que seas muy feliz a tu manera, pidiéndote que recuerdes siempre que a pesar de todo estamos a un llamado de distancia, a un click de conversar, a un chat con cam de vernos, a distancia física sí, pero afortunados de vivir en el mismo planeta aún, de tener una vida material y física aún que nos permita sentir en un futuro, espero no muy lejano, el abrazo del otro, el corazón del otro palpitando junto al otro, los lados izquierdos de nuestros pechos tocando en un mismo son y juntos en sentido contrario. Espero tener la oportunidad de sentir tu alma latiendo una vez más, junto a la mía, no espero que esta carta llegue a tu corazón, simplemente se que la leerás y se quedará archivada en tu razón.Cuidate mucho...

sábado, 19 de noviembre de 2011

Mundo loco…

Un día común y corriente, pasaba por una vereda abarrotada de personas, y

un viejecito pasó a mi costado, mi instinto de buen ciudadano y la buena crianza recibida por mis padres me hizo ”cederle la vereda” al jorobado sujeto que pasaba por allí, de pronto un vehículo público conducido por un burro, pues de otra forma no se le puede llamar a semejante animal, con el perdón de todos los burros del mundo, pasó como a diez centímetros de distancia de mi cara, casi casi montado a la vereda.
Después de agradecerle al de arriba que mi “acto de generosidad” no haya terminado de forma fatídica, comencé a pensar, ¿si hubiera sucedido algo?, ¿habría valido la pena que a mi edad desaparezca de la faz del planeta por darle preferencia a la vida de una persona de más de ochenta años que ya vivió toda una vida y los más probable, dicho sea de paso es que tal vez y esté buscando no seguir mucho tiempo por aquí?
Seguí avanzando y seguía pensando, ¿Quién nos dice desde pequeños que deberíamos ceder el pase a los mayores?, ¿o que debemos cederle el asiento a los mismos?, ¿o que a los “grandes” no se les debe responder?, ¿o que a los grandes se les debe obedecer siempre?.
Pensé, caminé, seguía pensando en la cantidad de cosas que los “grandes” alguna vez nos dijeron o nos recomendaron hacer para ser considerados buenos chicos o buenos ciudadanos y llegué a la interesante conclusión, que son precisamente nuestros mayores los que alguna vez idearon esta forma casi egocéntrica de hacer respetar sus años a espaldas de nosotros, los jóvenes.
Pensé entonces, en asuntos como: si desde “pequeño” un “grande” dice, NO se le responde a tus mayores, esto crea en nuestro frágil cerebro una especie de muro de temor o debilidad que simplemente nos hace pensar que “los mayores siempre tienen la razón”, aunque muchas veces no siempre la tengan. Los niños casi siempre tienen el poder de sacarnos “fuera de foco” pues alguna de sus ocurrencias suelen ser tan sinceras como ciertas llegando e incluso a ser a veces tan sinceras como realmente hirientes, pero si desde pequeños se nos dice que no debemos responder, objetar y solo dedicarnos a aceptar, ¿En qué momento podremos escuchar las cosas vistas desde su inocente y limpia óptica?.
Pensé también en el famoso, cede el paso en la vereda a tus mayores, y me preguntaba, ¿Qué pasa si un niño de 9 años, guiado por las buenas conductas y valores aprehendidos por la “desinteresada sapiencia de los grandes”, me cediera la vereda por ser mayor que él y uno de estos animales disfrazados de choferes, arrasara con su vida por “educadito”, valdría la pena que por la educación, vista y juzgada desde la egocéntrica óptica de un adulto, un niño que tiene toda una vida por delante y es además el proyecto de vida de sus padres pierda la vida?.. visto de este modo, ¿No sería más noble que nosotros viejos, adultos y ya recorridos en algo por los caminos de la vida, protejamos la vida de los pequeños, de aquellos que son nuestro futuro?, ¿No es más humano e inteligente que yo, por ejemplo, Walter de 25 años le ceda la vereda a un niño, primero porque es niño y no ha vivido aún muchas cosas, segundo porque precisamente por ser niño necesita la protección de un mayor, mas no su exposición al riesgo de vida por el simple hecho de yo ser “grande” o “viejo” para él?.
Y qué hay del: cede el asiento a tus mayores, nosotros viejos con las pompas aplastadas de llevar años de años sentados, simplemente aprovechamos nuestra condición de “viejos mayores” para decirle a cualquier pequeño o menor, cédeme al asiento. Pensaba en qué “cómodo” para un viejo, llegar a un lugar equis, encontrar todo lleno y decirle a un menor: hijo, cédeme el asiento. Qué tal si ese pequeño o menor se amaneció para tener un asiento o simplemente hizo un esfuercito, que el viejo por ser viejo no lo hace, para sentarse. ¿Qué comodón es llegar y exigir algo en aras de la edad, mas no por el esfuerzo que se haya hecho verdad?.
Y así muchos otros asuntos, que me ayudaron a concluir, en que este mundo realmente está hecho por los adultos, por los grandes, por los mayores, precisamente pensando en ellos mismos, en el engrandecimiento de su egocéntrica inteligencia y basada ésta en la continua sumisión de las nuevas generaciones que vendrán. ¿Qué tan distintas serían las cosas si pensáramos no en función de nuestra veterana edad sino, al contrario en función de la protección y la salvaguarda de la vida y la felicidad de nuestros chicos?.
Así somos de “doble cara” muchas veces, actuamos por allí diciendo o aduciendo que nuestros chicos, hoy son malos, porque simplemente atentan contra el egocentrismo del auto beneficio de aquellos por los que el tiempo ya ha pasado. En adelante ¿Qué le parecería más cuerdo y menos egoísta?, que un menor le ceda la vereda, o que usted en un acto de inteligencia y grandeza, haga lo contrario porque busca proteger la vida y la integridad de una criatura que tiene mucho mas por vivir y probablemente sepa aprovechar su vida mejor que usted?, o ¿Qué considera más inteligente en la formación de un niño, pedir su silencio porque a un adulto se le “respeta” y no se nos debe responder o sería más inteligente escuchar la opinión de alguien con la inocencia y óptica de un mundo distinta a la nuestra?, ¿Qué hay con nosotros que fuimos criados de esta forma?, ¿Repetiremos la “inteligencia egocéntrica de nuestros grandes” o intentaremos cambiar las formas para bien de nuestros pequeños?

Desaparecer…


Desperté un día de estos con la sensación de querer desaparecer, ojo, no con el pensamiento suicida de querer morir, sino, simplemente con la idea de desaparecer por lo menos por unos días y poder apreciar o ver de forma espiritual, fantasmal o como se le quiera llamar, a la gente a la que amo, los cambios o la influencia que uno pudiera haber tenido, tiene o tendría en la vida de los demás, entre otras cosas.
Comencé a analizar, postrado en mi cama, ¿Qué pasaría si desapareciera? , lo primero que se me vino a la mente es que mucha gente tal vez y ni lo note, otros pocos se regocijarían y revolcarían cual puercos probablemente de alegría al saber que no estaré mas con ellos, pero probablemente muchas otras personas también entristecerían.
Pensé en muchas personas, entre los felices, los tristes y los inherentes. Pero también pensé en aquello que como persona estoy haciendo para quedar, al menos retratado en la mente de algún otro ser humano.
Soy el firme creyente en la teoría que señala que nuestro paso por esta vida siempre se da por algo, y que el de arriba nos envía a este mundo con un objetivo, objetivo del que muchas veces nos desviamos o del que simplemente no llegamos ni a imaginar por la simple y maldita dejadez, esa hija de p…ereza que nos ata y nos condena muchas veces a no hacer algo por nosotros mismos, seguir siendo nada, y vivir tranquilos y felices con nada.
Pensé también en algún hecho trascendental que haya hecho que hasta el día de hoy mi vida haya valido la pena, obviamente muy a parte de los logros o cualquier otro asunto que puedan ser motivo de orgullo y/o de vergüenza para mis padres. Lamentablemente no hallé respuesta alguna.
Leí una frase alguna vez que decía por allí que: tal vez y para el mundo no significamos nada, pero tal vez y para alguien realmente somos todo un mundo. Recordando esta frase y mezclándola con mi deseo matutino de desaparecer, llegué a la conclusión de que realmente cada uno de nosotros es todo un mundo complejo. Camino por las calles y cada persona que observo a simple vista o con intención, simplemente es un mundo completamente diferente al mío. Cada rostro distinto e infinitamente diferente uno del otro, cada una de nuestras complejas mezclas genéticas que nos reúnen en una misma raza a la que nosotros autodenominamos humanos, pero que a la vez se subdividen en pequeñas estructuras que terminan dañando el íntegro del complejo bloque social al que deberíamos permanecer.
La muerte es fácil, inmediata, dulce, tranquila duradera, apaciguadora, y creo que hasta placentera; pero, ¿la vida?, la vida tenemos que vivirla y sobre todo aprender constantemente de ella. Vivir en este mundo no es algo fácil y muchas veces se nos torna un poco más difícil de lo normal. Y es que lo rico de estar vivo es precisamente eso, saber que acá la sufres, saber que acá la gozas, saber que acá la haces, saber que acá la pagas, saber que todo aquello que hagas tendrá un repercusión tarde o temprano, saberte vivo y sentirte vivo es parte de haber aprendido a estarlos.
Podemos desaparecer en cualquier momento de esta vida, podemos desaparecer en cualquier momento de la vida de los demás, o puede que otros desaparezcan por nosotros o desparezcan para nosotros, también, que sería mucho aún peor. Lo importante aquí es que creo que algún día todos llegaremos a desaparecer.
Tal vez y lo elijamos, tal vez y lo elijan por nosotros, tal vez y simplemente se dé, pero lo que si podemos elegir en este juego de ruleta y azahar en el que se nos presenta la vida, es de qué forma desparecer. Puedes desaparecer siendo alguien, puedes desaparecer siendo nadie o simplemente puedes desaparecer porque simplemente no quieres estar en un lugar equis, porque no te place soportar asuntos, porque no te gusta lo que quieres, porque no amas lo que estás haciendo, porque no estás a gusto con tu entorno, puedes querer desaparecer por cansancio, por agotamiento, o porque simplemente así lo quieres.
Sin embargo, la vida está para vivirla, la vida está para rompérnosla, la vida está para gozárnosla, y comérnosla. Después de todo ya aparecimos aquí, y aunque parezcan o aparezcan otras cosas más siempre, debemos tener claro que nuestro momento para desaparecer será tan solo cuando no tengamos nada útil, humano y espiritual por dar, por enseñar, por compartir, por transmitir y por hacer…

jueves, 3 de noviembre de 2011

Sucede que…


Sucede que un día te despiertas y te das cuenta que el tiempo ha pasado, que las cosas que querías hacer realidad hasta ese momento por razones ajenas a ti no se han cumplido. Sucede que la vida te atrapa en su monotonía y sin darnos cuenta caemos en ella con absoluta comodidad.
Sucede que algún día todos los problemas te caen a la vez y sientes que el mundo es pequeño, que la vida a veces no tiene mucho sentido o que simplemente aquel día, no fue tu día. Sucede que a veces tomamos conciencia de las cosas que hacemos bien y de las que hacemos mal, y decidimos cambiarlas pero sucede también que muchas veces solo quedamos en el intento.
Sucede que a veces llega alguien a tu vida para cambiarla definitivamente, pero sucede también que justamente esta persona a la que tienes mucho que agradecerle se te va. Sucede que la vida a veces nos parece injusta y no recuerdo hasta ahora que me haya parecido lo contrario en un momento de felicidad.
Sucede que a veces crees tenerlo todo un día, solo para darte cuenta al día siguiente que en realidad no tienes nada, sucede que a veces nos da ganas se nos hincha el pecho de alegría y orgullo por algo sin embargo al segundo se desvanece ese sentimiento por alguna razón.
Sucede que muchas veces culpamos a terceros de nuestros actos, solo por la cobardía de no asumir las consecuencia de los mismos; sucede que muchas veces pensamos que nuestra vida hubiera sido distinta si nuestros padres hubieran sido distintos; sucede que no llegamos a alcanzar muchas veces la conciencia necesaria para darnos cuenta que nuestra vida es nuestra y que por ese mismo motivo, todo lo que acontezca en ella es nuestra responsabilidad.
Sucede que a veces te pasas la vida buscando a alguien sin darte cuenta que ese alguien siempre estuvo a tu lado. Sucede que muchas veces renegamos de nosotros mismos por cosas que seguimos haciendo mal, sucede que un día despiertas, otra vez, solo para darte cuenta que estás haciendo las cosas mal y decides cambiar de manera radical.
Sucede que un día crees que te enamoras de alguien, pero luego conoces a otra persona y esta otra te hace cambiar de opinión, sucede también a veces que te enamoras solo y de la persona equivocada lo cual llega a ser a veces un proceso muy doloroso de finiquitar.
Sucede que a veces la gente arribista te engaña se ciñe a ti cual sanguijuela solo con el único objeto de obtener algún beneficio de tu parte. Sucede que existen muchos amigos que realmente no lo son.
Sucede que a veces la vida se encarga de darte una patada en el trasero, de hacerte caer con una llave china y de agarrarte a golpes hasta dejarte inconsciente, solo para hacerte saber que pasar por encima de ella no es nada fácil. Sucede también que muchas veces no sabemos comprender que la perra vida nos quiere enseñar todo eso de muchas miles de formas.
Sucede que a veces miro al espejo y no me gusta el rostro que veo al frente, no por cómo se vea, sino por el ánimo que lleva, sucede a veces que no me acuerdo de muchas cosas que algún momento consideré importantes pero que la memoria se encargó de borrar.
Sucede que a veces entro a alguna tienda por ropa y precisamente la que más me gusta es la que no me entra, sucede que a veces también hacer dieta pero termino tragando luego peor que lagarto. Sucede que algunos amigos reniegan de sus padres, sin embargo tengo otros que lloran por no tenerlos. Sucede también que a veces tenemos proveedores con disfraz de padres, sin embargo hay muchos padres que jamás aceptarán el papel de proveedor que están cumpliendo.
Sucede que la vida da muchas vueltas y el destino se encarga de hacernos todas, pero toditas las cosas que hacemos en este mundo; sin embargo sucede también que existe gente consciente de esto pero poco o nada les interesa.
Sucede que hay en el mundo de todo un poco, gente buena y gente no buena, gente humana y gente no humana. Sucede que la tele se me hace aburrida y no encuentro en ella algo digno de ver o que me entretenga realmente sin caer en la vulgaridad en la que se han convertido todos los programas que hasta hoy he podido ver. Sucede que a veces me aburro de la comida y pienso que si a mis 25 años ya me aburrió lo que como, aún me queden probablemente si o probablemente, unos 25 años mas comiendo lo mismo, viendo lo mismo y sintiendo lo mismo.
Sucede que muchas cosas afectan nuestra vida, sin embargo la afectación de las mismas depende de cómo las asuma cada cual, sucede que hoy quise escribir este artículo y sucede también que si llegó hasta acá se habrá enterado que llego a su final.

Ciro

Más de doscientos días tuvieron que pasar para que la aguda visión de un

rescatista pueda divisar el cuerpo de un joven, que involuntariamente y de la manera más trágica se ha convertido en el símbolo de la solidaridad a nivel nacional.
La misteriosa desaparición de dos jóvenes en Arequipa era noticia hace unos meses, y la aparición casi milagrosa de uno de ellos, hacía presagiar que todo terminaría bien, sin embargo el desenlace de esta aparente historia de supervivencia parece aún no tener fin.
Al margen de cómo se desencadene en un futuro este evento y de los resultados de la necropsia que se le aplicara a Ciro, existen muchos aspectos importantes y resaltables que quedarán grabados en mi mente de por vida.
La fortaleza de Ciro padre, primero para dejarlo todo, su vida , su trabajo su rutina y abandonarlo absolutamente todo por la búsqueda de su hijo, segundo la endereza con la que se tomó la idea, con el pasar de los días, de aceptar que su hijo , probablemente pueda no aparecer vivo, la incansable búsqueda de un solo hombre y el amor eterno a su hijo, amor que fue capaz de mover y motivar el corazón de muchas personas que estuvieron siempre a su lado apoyando el rescate sin otro interés particular que el compromiso compartido de solidaridad con este padre de familia, además de motivar millones de oraciones y acciones en muchos de nosotros que desde nuestro hogar, en algún momento, estoy seguro, habremos lanzado una oración o un suspiro pensando en lo que pudo haberle pasado en el algún momento o mirado al cielo y habernos preguntado, Dios, la tierra no se lo puedo tragar, tiene que aparecer.
La comprensible quebrantable endereza de una madre, que dolida y casi muerta en vida aceptaba con resignación el no volver a ver a su hijo, el no tenerlo más a su lado, el no sentirlo más junto a ella. Aceptar que ese ser al que trajiste al mundo se fue antes que tu, que el proyecto de vida que tenías con él se ve frustrado por un evento que escapa a cualquier pronóstico y que desaparece frente a tus ojos, incomprensiblemente. La tristeza, la desesperación, el debilitamiento emocional y la maldita resignación que es muchas veces la primera alternativa para evitar que un evento de magnitudes devastadoras nos termine destruyendo, todas esa mezclas de sentimientos transmitidos por una misma persona, compartidos además por una misma familia, sin considerar aún la tristeza profunda de hermanos que de alguna forma se dividieron la noble misión de cuidar cada quien de su padre y de su madres respectivamente, para evitar de alguna forma el desgaste acelerado y en constante acrecentamiento de sus seres queridos, aquellos que precisamente mueren por ese amor que los une a sus propios hijos.
La muerte confirmada y la aparición de Ciro Castillo, no es el fin de una historia, es solo el cierre del primer capítulo de esta historia: Ahora solo queda esperar los resultados de los estudios científicos que determinarán aquellos que muchos de nosotros pensamos o que muchos otros también esperan.
La suerte de repudio social inspirada por la única sobreviviente de este evento, no es nada positivo pues estaríamos prejuzgando a alguien que podría ser completamente inocente y cuyo único delito fue haber sobrevivido a la peor experiencia de su vida.
La historia de Ciro, sin embargo, revive de alguna forma la historia de miles de personas en el mundo que pierden de un momento a otro un familiar. La endereza de Ciro papá, la fortaleza de toda una familia bien constituida en el cariño y amor del ceno familiar y ese amor desmedido por el que me quito el sombrero hicieron que de alguna forma esta historia tenga un final que conjuga entre la felicidad y la tristeza.
La familia Castillo me ha enseñado algo de lo que muchas veces había escuchado pero que no había visto de manera casi sangrante en alguien, el amor desmedido de un padre y una madre a su hijo, la consecuente gratitud y sentido de compromiso social que inspira el amor verdadero de un padre a su hijo y sobre todo además, el poder de la fe de una madre y del corazón de miles de personas, poder que estoy seguro fueron determinantes para el , repito, cuasi feliz desenlace que esta historia comienza a tener.
Descansa en paz Ciro Castillo, desde donde estés, estoy seguro te has convertido en señal de luz para muchos…

miércoles, 26 de octubre de 2011

Autoreencuentro


Nuestra vida es una historia llena de sucesos y eventos, eventos de todo tipo que día a día, segundo a segundo y paso a paso, van forjando conductas y comportamientos que, a la larga, definen nuestra forma de actuar, nuestra libertad, nuestra facilidad para interactuar con los demás y por qué no decirlo también, nuestra felicidad.
Llevamos mucho tiempo actuando y pensando que todo lo que hacemos, bajo nuestro concepto, es siempre lo correcto a pesar de lo que pocas o muchas personas puedan comentar, decir o sugerir a nuestro alrededor, sin embargo llega un momento en la vida de cada persona en el que toca recapacitar, hacer un mea culpa y reconocer en qué se está fallando.
Un auto–rencuentro implica tomarse el tiempo necesario para pensar en uno mismo, para analizar las cosas que han pasado en un determinado o cierto periodo de tiempo en nuestras vidas, comparar cómo era nuestra vida, se me ocurre, hace un año y cómo es hoy; implica cuestionarse el ¿cómo hemos cambiado?, ¿En qué asunto o aspecto hemos cambiado?, y sobre todo ser auténticos y transparentes con nosotros mismos y ACEPTAR, aunque duela muchas veces, ¿Cuál fue el origen verdadero de aquel cambio en nosotros?.
Pienso que el ser humano en la complejidad de su yo interno va asumiendo diferentes actitudes y comportamientos en defensa o respuesta a los eventos o acciones que afectan su vida, es decir que así como: a toda acción le corresponde una reacción, el ser humano maneja a diario y a cada momento por instinto sano, bruto a veces y natural las conductas que asumirá y los roles q desempeñará en su vida.
El auto-reencuentro implica, analizar qué cambios fueron positivos en nosotros y cuáles no. Los cambios positivos deberán ser reforzados en la medida que los eventos que los hayan originado sean repetibles o experimentables en diferentes situaciones; sin embargo, los cambios negativos deberán ser asumidos desde la raíz, con el auto-oscultamiento, intentando encontrar siempre el origen de todo el asunto, aceptando realmente que nuestra vida cambió por tal acontecimiento y que sobro todo somos el resultado de las afectaciones a las que pudiéramos haber sido sometidos en determinado tiempo.
El entorno de cada persona influye mucho en las condiciones que se generen para realizar un auto-reencuentro. Las condiciones necesarias y propicias se darán en la medida que el individuo busque un espacio propio, tranquilo y sobretodo se tenga la predisposición, la seguridad y la responsabilidad para asumir un rol autocrítico en cada una de nuestras acciones.
El auto-reencuentro podría llegar a ser un proceso muy doloroso dependiendo de las condiciones en las que se hayan originado nuestros cambios en el período de tiempo determinado que estemos analizando.
Es importante asumir que nuestra vida, precisamente por ser nuestra, es llevada y manejada al modo de cada ser, sin embargo es importante reconocer también, que en el proceso de la búsqueda por el auto-reencuentro siempre encontraremos momentos dolorosos que realmente afectaron nuestra vida que, de seguro, afectaron nuestro comportamiento, camino o destino.
En resumen, lo que pretendo con este texto, es sugerir a cada persona que se tome un tiempo en su agitada vida para sentarse o echarse y comenzar reflexionar en ella misma. El auto-reencuentro o autoanálisis como modo de vida y práctica habitual nos ayudará siempre a tomar decisiones más acertadas, nos hará más fuertes al saber aceptar todo aquellos que nos haya afectado, nos dará más criterio al reconocer qué acciones o eventos marcan de forma negativa y degenerativa nuestras vidas, preparará nuestra conciencia e inteligencia mental y emocional por shocks o impactos más fuertes en un futuro pues sabremos cómo podríamos reaccionar y aprenderemos cómo responder ante un estímulo vivencial positivo o negativo.
Es importante tener y tomar la actitud necesaria para la autocrítica sin caretas, la predisposición para encontrar fallas o errores en uno mismo, pero sobre todo la valentía necesaria para aceptar que no somos perfectos, que en algo siempre habremos estado fallando y lo más importante mostrar la predisposición y la actitud para realiza un cambio, por el bien de uno mismo. ¿Se anima usted a vivir la experiencia del auto-reencuentro?... mucho valor, honestidad consigo mismo y sobre todo ánimos para superar todo aquello que, estoy seguro, encontrará en usted mismo, suerte en el desempolvo de sus recuerdos.

Tiempo cero


Estuve pensando estos días en la razón de todas las cosas negativas y eventos inhumanos que día a día veo en las noticias y en todas partes del mundo. Debo confesar que día a día me horrorizo mas con las cosas inhumanas que seres salvajes y abominables llegan a hacer sin remordimiento alguno y he tratado de buscarle un porqué a toda esta situación.
Ver a mujeres con los rostros quemados por esposos celosos, apareciendo muertas, asesinadas como cualquier animal de corral, habiendo sido víctimas del salvajismo puro y endemoniado de aquel despojo humano que queda después de tan horroroso evento y que se hace llamar aún hombre o esposo de la difunta.
Ver la mediocridad con la que se desenvuelven muchas de las personas que se encuentran a mi alrededor, personas que consideran que lo único que tienen por vivir y para vivir es la manzana o barrio en el que viven. Personas que no ven ni buscan salir más allá de aquello que consideran su territorio, personas que se aferran tanto a un ser, tanto a una persona al punto que hacen que sus miserables vidas giren en torno a lo que hagan o dejen de hacer sus, mal llamados, ídolos.
Personas que actúan de la manera más torpe posible con el único fin de llamar la atención de los demás, esa que no encuentran en casa de parte de nadie o simplemente personas que no tienen a nadie a quien amar y querer o que no tienen ni una madre ni un padre que les enseñe lo que es amor y lo que es cariño.
Jóvenes que desesperados por la soledad en la que este mundo globalizado exige convivir, y ante la falta o ausencia de algún padre, buscan el amor el cariño y el afecto, no siempre del modo más correcto. Adolescentes que frustrados por la falta de interés de aquellas personas que consideran lo más valioso de su pequeño mundo, simplemente deciden ir por otros caminos, nada positivos y de los que muchas veces, nosotros como parte de una sociedad tenemos la culpa y gran responsabilidad también pues los dejamos actuar y los dejamos seguir.
Padres que consideran que con darles todo lo material, y aquello que alguna vez ellos desearon, a sus hijos están haciendo de ellos personas de bien, sin darse cuenta que lo único que están engendrando son seres parasitarios acostumbrados a vivir del huésped que los aloje. Padres mediocres que ante un comportamiento negativo de sus hijos responden con la absurda frase: ¡pero si a mi niño no le falta nada!, sin darse cuenta que la carencia de ellos no va precisamente por el plano material.
Muchas cosas definen nuestras vidas y nuestros pensamientos, soy una persona que cree firmemente en que aquello que hoy somos, es precisamente el resultado de aquello que siempre tuvimos y de aquello que siempre nos faltó. De aquello que sobrellevamos y de aquello que muchos aún cargamos.
Este tiempo he conocido a muchas personas, he conversado con muchos conocidos, con muchos otros desconocidos también y siempre llego a una sola conclusión. El ser humano es fascinante en cualquiera de sus formas, en cualquiera de sus experiencias, en cualquiera de sus vidas, en cualquiera de sus días.
La psicología de cada individuo es tan compleja y a la vez tan deducible y descriptible, lo que muchos de estos seres humanos realmente desean es atención, muchos jóvenes buscan a sus padres y no los encuentran, buscan a sus amigos y no los hallan, buscan en ellos mismos y encuentran vacios espirituales, vacíos conductuales, vacios que no refuerzan ni una sola conducta y por lo tanto hablamos pues de seres falsos y débiles sin refuerzos internos, con necesidades de aceptación, con necesidades de refuerzos, con necesidades de afectos, con necesidades de reconocimiento, con necesidades humanas insatisfechas, pero sobre todo con el alma fría deshecha y descompleta.
El ser humano siempre estará insatisfecho por naturaleza y siempre buscará respuestas, hoy describo situaciones recurrentes y los conflictos que habitan aún en mi cabeza. ¿Qué estamos haciendo para detener nuestra violencia?, ¿Qué estamos haciendo por nuestros pequeños?, ¿Qué estamos haciendo por nosotros mismos?, ¿Qué esperamos de un mundo futuro?, ¿Qué esperamos dejar para los que vienen?, ¿Qué estamos haciendo hoy para remediar lo que todo el mundo bien ganado tiene?, se que fuera de mi no están las respuestas, que fuera en los demás probablemente tampoco. El cambio empieza siempre por dentro, el cambio implica comenzar de cero, y comienza SIEMPRE desde uno mismo primero. ¿Comenzamos a hacer algo, o simplemente seguimos mirando?

sábado, 1 de octubre de 2011

Animal humano


Los últimos días hemos sido participes de una serie de eventos que escapan al raciocinio de la humanidad básica en el ser humano. La muerte de aquel joven hincha de un equipo fútbol es solo la punta del iceberg pues el asunto aquí es mucho m as grande y mucho más complejo que el mero hecho de aceptar que la absurda muerte de este joven se trataría pues de un acto aislado.
Si bien es cierto esta muerte ha tomado gran repercusión por la forma y el escenario en el que se dio, analicemos un poco más atrás y nos daremos cuenta que el asunto no comenzó el pasado sábado, el vandalismo y los modos de actuar de esta gente, si se les puede llamar así, escapa pues al modo o comportamiento básico que debería estar tácitamente inscrito en la mentalidad del hombre.
Lo triste aquí es que nos hemos convertido en una sociedad tan pobre de valores, tan falsas y cucufata, que cada vez que sucede uno de estos eventos lo único que hacemos es lamentar lo que sucede, tratar de obtener culpables a la brevedad posible, y estar al pendiente de todo lo que suceda con el hecho, pero no nos damos cuenta que esos eventos aislados son muestras de una sociedad y lamentablemente de un juventud vacía y carente de muchos afectos y recursos que los doten de dones que los hagan dignos hijos o seres humanos.
Los animales humanos que nuestra sociedad ha formado, está formando y que estoy seguro seguirá engendrando no son los culpables reales de lo que su raciocinio les ordene hacer. Estos miserables brutos actúan de acuerdo a lo que los consideran que es correcto. Tal vez y si analizamos su actuar, el hecho de llegar a matar o perder la vida en aquello por lo que realmente creen o piensan resulta honorable y has en cierto punto conmovedor, pues estos gestos son lo que a muchos de nosotros nos hace falta, lamentablemente en estos animales, todos estos sentimientos y honorables actos, si se les puede llamar así, se encuentran enfocados de manera tal que tergiversan el afecto, el cariño, y la devoción por algo que realmente los apasiona.
Los sentimientos de soledad, el vacío espiritual, la falta de afecto y la carencia de los padres en la formación de la personalidad del individuo por asuntos varios, son el resultado de lo que vemos hoy en nuestra sociedad, hoy muchos de nosotros, de nuestros jóvenes y de nuestros niños, vivimos en familias disfuncionales, padres separados, o discutiendo, o con la falta de un padre o de una madre, en algunos casos con la falta de ambos y peor aún en otros casos con la existencia de ambos y la ausencia los mismos porque “el trabajo y las ganas de darle a su hijo todo lo que merecen valen el sacrificio de no verlo todo el día”, sin embargo, cuando alguno de estos seres deficientes y carentes de cariño realizan alguna atrocidad son catalogados de monstros.
Vayamos mas a profundidad y analicemos la sociedad que estamos formando y nuestra absoluta pasividad para este tipo de situaciones, lo único que estamos haciendo es arañarnos, señalarnos y preguntarnos qué sucede, sin embargo no somos capaces de observar que el problema puede estar en nuestra misma casa, en nuestro mismo modus operandi del día a día.
Siempre actuamos como consecuencia de algo o en consecuencia de algún evento, porque nuestra brutalidad es así, porque preferimos segarnos y esperar muchas veces a esperar que las cosas sucedan para recién comenzar a ver qué podemos hacer, porque a pesar de jactarnos de nuestra inteligencia, preferimos ver siempre la superficie del asunto y no el verdadero motivo más allá de todas las superficies.
Cerrando estadios, no se solucionará el problema, metiendo presos a estos pobre animales humanos, no será suficiente, pues de esta raza tenemos muchos otros animales y muchas otras variedades, el problema no es lo que hagan estos animales, el problema es analizar que lleva a un ser humano que nace igual que todos nosotros, a cometer acciones atroces, qué hace que un individuo pierda la conciencia, la cordura, la razón , las ganas de vivir en sociedad, qué hace que un ser humano se transforme en un animal, qué hechos marcan su vida y destruyen su mente para terminar con la humanidad que habita en cada ser humano.
¿Qué lleva a un ser humano a aferrarse tanto a un equipo, a un ídolo, a un cantante, a un alguien?, ¿Por qué las ganas de matar por lo que se cree y por lo que se quiere no se orientan de forma positiva en estos animalitos?, en el fondo , si estos seres hubieran tenido lo necesario para seguir siendo gente ¿no serían excelentes personas con la convicción de luchar y dar la vida por aquello que realmente aman?. Desde mi punto de vista el problema no se llama delincuencia, no se llama droga, no se llama vandalismo, no se llama alcoholismo, o cualquier otro nombre que usted quiera poner, todos estos son solo consecuencias que engendran cada vez mas animales humanos. EL VERDADERO PROBLEMA AQUÍ ES LA FORMACION DE CASA, LA IMAGEN FAMILIA, EL CARIÑO DE HOGAR, EL CARIÑO DE PADRES, DE AMIGOS, DE HERMANOS, LA FALTA DE AFECTOS, LA FALTA DE MUESTRAS DE CARIÑO, SALIR DEL ABSURDO HERMETISMO EN EL QUE NOS HEMOS AUTOENCLAUSTRADO PARA EXPRESAR NUESTROS SENTIMINTOS, ESTOS NOS HACE MAS HUMANOS, MAS GENTE, MAS DIGNOS ¿QUÉ ESTAMOS HACIENDO POR NOSOTROS MISMOS?...

jueves, 22 de septiembre de 2011

Un Año de Arayashiki

Cincuenta y seis artículos escritos y publicados al día de hoy me generan

una gran alegría. Un año ha pasado desde que un buen día de aburrimiento decidí hacer un pequeño escrito pintoresco, titulado “Cuidado con la Peste Electoral”, haciendo alusión al nido de ratas politiqueras que por aquella época de inicios de campaña estaban tan alborotadas tal cual roedores intentando abandonar un barco a punto de hundirse. Un año ha pasado y me parece tan pronto la forma casi mezquina en la que ha pasado el tiempo.
Un año en el que muchas sorpresas inesperadas llegaron a mi vida, llamadas a casa de personas que de alguna o cierta forma conocen algo de mi familia y por ende, mi número telefónico, solamente para expresar sus palabras de felicitación o identificación con algún artículo escrito. Personas que gracias a las redes sociales se han agregado a mi cuenta exclusivamente para compartir sus sentimientos con este perfecto desconocido, la visita en casa de unas niñas de un colegio en Chepén que buscaban entrevistar al “escritor” y sin saber que aquel “viejo señor” era alguien que probablemente no les lleve más de diez años y a las que agradezco el haberse tomado la molestia de viajar y ofrezco las disculpas del caso por no haberme encontrado pues trabajo hasta a los sábados. Sorpresas tales como las 4243 visitas, al blog www.walord.blogspot.com , registradas hasta el día de hoy, comentarios de personas a las que ni siquiera conocía y de la nada se acercaron a mi tan solo para decir: me identifico mucho con el artículo, o: no me parece lo que escribiste, o tal vez un, muy fuerte lo escrito esta semana, como también un: escribes puras estupideces y cualquier otro tipo de comentario.
La idea con la que hace un año nació Arayashiki, era precisamente esa, escribir cosas reales y emitir opiniones también acerca de las cosas cotidianas, de las razones de nuestras vidas, del sentido que muchas veces no le vemos a las cosas, o del poco sentido que también que muchas veces no tienen. Hace un año nació la propuesta como tal y desde entonces cada semana, y cada sábado puedo hacer llegar gracias a este medio, parte de las pocas experiencias de vida o de las formas y pareces que tengo al observar ciertas cosas.
Este pequeño espacio nació con la intención de lograr precisamente lo que gracias al viejo barbón de arriba y a la directora de este diario, se está logrando, concientizar de alguna forma a las personas en algunos casos, en algunas cosas y muchas veces también traer a la memoria momentos de nuestra vida por los que hemos pasado o por los que muchas veces también habremos de pasar.
Gracias a todos aquellos que de alguna forma sábado a sábado están al pendiente de la siguiente publicación, gracias a toda aquella persona que visitó en algún momento el blog, a aquellos que expresaron sus sentimientos y sus pensamientos con alguno de mis escritos en este corto tiempo, a todas aquellas personas, mi compromiso de seguir haciendo precisamente una de las cosas que disfruto realmente, escribir.
Si el de arriba lo permite, este año continuaré escribiendo acerca de temas que muchas veces no se tocan, temas a los que muchas veces cerramos los ojos y nos tapamos los oídos tan solo por nuestra mojigata forma de pensar. He recibido muchas críticas en este año también y créanme que estas, se agradecen mucho más en cualquiera de las formas que se reciban..
Un año de Arayshiki ha pasado y coincidentemente mañana cumple años uno de los seres que más amo en esta tierra, mi sobrino-hijo Jesús, hoy es el primer año para mi hijo, pero para ti ya son dos los años que “celebramos” sin Toñito, tu padre. Desde arriba se que él nos está mirando y estará en espíritu con nosotros presente. Sé que aún eres pequeño para poder leer esto pero el día que entiendas sabrás que parte de mi alegría en este año, te la debo a ti, te la dedico a ti, y siempre estará enfocada en ti.
Un año ya ha pasado y muchas cosas han cambiado, un año muy rápido y muy distinto, hoy no sabemos lo que nos depare el destino, pero sabemos que estamos haciendo por el futuro. No pretendo cambiar el mundo con mis escritos, pretendo simplemente lo que hasta hay he sentido, ser leído y escuchado, aunque eso signifique ser muchas veces agredido y criticado.
Gracias infinitas a todas aquellas personas que expresaron cosas muy bonitas de mis escritos, a todos aquellos que no también, pues de alguna otra forma entiendo que guste o no guste, igual se toman el tiempo de leer. Gracias al de arriba por todas las satisfacciones personales que me ha otorgado ser parte de este medio, y gracias también hoy y siempre a usted, querido lector, que hasta el día de hoy me sigue leyendo.

domingo, 18 de septiembre de 2011

Tierra de nadie…


Los altos índices de criminalidad alcanzados por estos días son realmente dignos de preocupación en el país, se ha llegado a tal situación que hoy por hoy, cada vez que salimos de casa nos toca persignarnos y rezar porque nada malo nos suceda.
Veo en un noticiero de la mañana que se ha implementado una sección especial titulada “ALERTA”, en el que se dan ciertas recomendaciones diarias al ciudadano de a pie para que, ante cualquier eventualidad, se pueda defender. Aplaudo la iniciativa de dicho segmento pero en el fondo me pongo a pensar y aplaudo con mucha pena pues quiérase o no se tiene que llegar a estas situaciones lamentablemente no por un evento feliz.
Hasta el día de hoy son innumerables los casos de conocidos que han tenido la mala experiencia de haber sido ultrajados, es tal el sentimiento de frustración y de impotencia, y tal también el grado de indiferencia de autoridades que a fin de cuentas se termina haciendo poco o nada.
Veo con cierto temor por el respeto a la falta de autoridad, tan inexistente por estos días, pero a la vez con mucha atención, la forma en la que ciudadanos de Cajamarca, entre ronderos y civiles, toman la justicia por sus manos haciendo que el delincuente pida disculpas a todo el pueblo mientras es sometido a castigos de esfuerzo físico, además de los muchos chicotazos que se reciben públicamente. Obviamente no es una medida aplaudible, pero debemos asumir con mucha tristeza que dichas acciones son el resultado del sentimiento de un pueblo ante la carencia de una autoridad competente y realmente actuante.
La situación real es que existen muchos vicios y vacios legales producto de tantas leyes otorgadas por las “luminarias” parlamentarias que nos legislan, tal es así que se crea un círculo vicioso que empieza con el ataque a la víctima, ataque que, o decide no denunciar por lo que asume que nada se hará, o decide denunciar el hecho a sabiendas que expone se vida. Si se hace la denuncia, la respectiva comisaría recibirá dicho atestado, ante esto nacen dos nuevas alternativas, o se hace algo para encontrar al delincuente o no se hace nada. Si se hace algo por encontrar al maldito ultrajante, una vez más nace otra disyuntiva, o se le encuentra y se le captura o simplemente ni siquiera se toman la molestia de buscar al agresor. Finalmente si la policía logra capturar al agresor, de acuerdo a ley, esta gente tiene derecho a un abogado pagado por el mismo Estado, osea por los impuestos pagados por el ultrajado, por el mismo policía, por usted y por mi y menos por el agresor, y en menos de 24 horas, el delincuente saldrá sonriente a seguir en lo que considera su “chamba”. En conclusión, si usted denuncia y la policía decide hacer algo, el señor delincuente saldrá libre, se reirá en su casa, en la cara del policía y la de los demás y seguirá haciendo lo mismo de siempre, su “chamba”.
Viene a mi mente la entrevista que se le hiciera a un avezado delincuente capturado, en el que la reportera le pregunta: ¿por qué hace eso señor?, ¿por qué es delincuente?, a lo que este respondió: yo no soy delincuente señorita, soy “cogotero” nada más. Al escuchar estas declaraciones, mi indignación fue grande pues estas personas consideran que su “chamba” es precisamente eso, ignoro si el señor haya estado consciente o bajo los efectos de alguna sustancia, pero la sinverguenzada expresada no tiene perdón de Dios ni de nadie.
Hoy la delincuencia, ya no distingue nada, se han visto casos directos de ultraje a congresistas, a la ex primera dama, a actores de una serie de televisión y a muchos otros personajes conocidos, afortunadamente, y lo digo con frialdad, lo sé, se está llegando a estos niveles, pues precisamente por su función de autoridades o de alguna forma personajes con representación pública afectos, se está tratando de comenzar a hacer algo si quiera por atacar esta situación.
Estamos llegando al punto de perder la vida por nada, la gente desquiciada anda por allí armada y ante cualquier ataque o vulneración a su frágil mentalidad no se hace más que atacar cobardemente a cualquier transeúnte. Hoy vemos muertes por no dejarse robar un celular, muertes por diez nuevos soles, por no querer entregar las cosas, matanzas entre familiares, muertes por engaños, muertes por cualquier asunto. Estamos llegando a un punto tal en el que salir de casa y conservar la vida se ha convertido en una especie de juego de ruleta rusa. ¿Esperar medidas de nuestras autoridades?, si se empiezan a tomar y se dan con eficiencia, no será un proceso de un día para otro. Queda en nosotros como población y principales afectados comenzar a tomar las medidas coordinadas y necesarias con las autoridades para empezar a atacar este mal social y evitar llegar a situaciones más infrahumanas de las que ya estamos viviendo actualmente. Piense, recapacite, y coordine acciones con sus vecinos y autoridades. Mucha suerte en este juego de azahar en el que se han transformado nuestros días.

miércoles, 7 de septiembre de 2011

Hasta el fin!


Increíblemente han pasado en un abrir y cerrar de ojos ya nueve años desde aquel el último día en el que estuve en un salón de clase de colegio, nueve años que se han pasado tan rápido y casi sin sentirlos. Estudio, constancia y superación, reza el slogan de mi colegio secundario. Me refiero obviamente al colegio nacional, en mis tiempos de cole, u hoy institución educativa, “José Andrés Rázuri”. Y es que escribir acerca de la tradición, la gloria y el regocijo que implica ser parte de esta noble casa matriz y formar parte de la gran familia razurina, en este pequeño espacio es una tarea nada fácil.
El día de mañana, diferentes ex alumnos, promociones, estudiantes, docentes, y tanto colaborador y persona que hayan tenido el honor de pisar alguna vez nuestra casa educativa estoy seguro se tomará el tiempo necesario para disfrutar del fin de semana más alegre de todo el año.
La reunión de ex alumnos razurinos es uno de los acontecimientos de mayor relevancia e implicancia en nuestro pequeño San Pedro de Lloc, no solo porque todo el pueblo lo celebra con anticipación, incluso desde el día anterior, sino también porque esta fecha significa el reencuentro de los amigos de antaño, la conmemoración de los recuerdos, el repaso de anécdotas, el recuerdo de los que no nos acompañan, la actualización de las historias y las vidas de nuestros amigos, de nuestros hermanos en dogma y de toda aquella persona que pertenezca de alguna forma a la enorme y adulta familia razurina que este año cumplirá sus jóvenes 77 años.
El día de mañana, o probablemente desde hoy, muchos ex alumnos, nos encontraremos, tal vez después de días, después de meses, e incluso después de muchos años. Algunos simplemente no volverán porque nos acompañan desde el infinito, otros no estarán por motivos de trabajo, o distancias, pero todos estaremos unidos recordando que somos razurinos hasta el fin.
Recordar las alegrías de colegio, los campeonatos de futbol, de básquet, de vóleibol, los ensayos para la marcha, los incontables momentos de chacota en el salón, las “chapas” de aquel entonces que puedo jurar que perduran hasta hoy y estoy seguro perdurarán hasta nuestra muerte y mas allá, recordar a los profesores anecdóticos, aquellos que marcaron nuestras vidas con sus bromas, con su rigidez, con su estrambótico comportamiento, aquellos que marcaron también y muchas nuestras manos con su tableta, o nuestras piernas con su bastón , no hay tampoco que negarlo, todo en absoluto es parte del proceso de formación, formación que a Dios gracias nos ha llevado a ser lo que hoy somos, protagonistas del cambio, representantes de la unión de una familia que genéticamente no tiene validez pero que sin embargo se lleva mucho más allá de la sangre y de las venas, porque al Rázuri señores, se lo lleva en el alma no en el cuerpo, porque nuestra alma es granate y granate seremos siempre en vida e incluso después de nuestra muerte.
Entre hoy y mañana, abrazaremos a mucha gente, nos reencontraremos con nuestros hermanos, nuestros compañeros de colegio, hermanos de la vida que elegimos y no que la sangre nos impuso, mañana será un día de gloria, un día de gozo y manifestación absoluta de infinita felicidad al lado de aquellos con los que compartimos cinco años de nuestra existencia.
Y es que hablar del Colegio José Andrés Rázuri, es hablar de historia, hablar de tradición, hablar de personajes ilustres, hablar de una enorme familia de miles de egresados, cientos de actuales estudiantes y millones de futuros ingresantes. Hoy nuestro casa madre está de fiesta y nosotros sus hijos le rendiremos honores y gloria, hoy nuestra casa madre cumple sus jóvenes 77 añitos, hoy está siendo remozada y sus hijos celebramos dicho acontecimiento. A partir de hoy celebraremos nuestro reencuentro, un reencuentro con nosotros mismos, un reencuentro con nuestro pasado, un reencuentro con los amigos del ayer, con la gente de siempre.
Quedan cortas las palabras para expresar la enorme alegría y orgullo que se siente celebrar un aniversario más de pertenencia a esta enorme familia, se estremece el cuerpo hasta la última fibra de nuestro ser y se nos pone la piel de gallina pensando en la emoción, la dicha y la alegría que todo la nación razurina vivirá. Mañana San Pedro de Lloc retumbará hasta el último de sus rincones, el Perú entero y los miles de razurinos esparcidos en el mundo festejaremos el aniversario y reencuentro con nuestros compañeros, porque el Rázuri es grande y su gente lo hace infinito, porque nuestra sangre granate tiñe del mismo color nuestra alma y porque gracias a la CONSTANCIA en todo lo que hacemos, a nuestros esfuerzos y habilidades en el ESTUDIO, y sobre todo a los infinitos anhelos de SUPERACIÓN, que nuestro glorioso Rázuri nos inculcó, somos lo que somos hoy y seremos inmortales en lo infinito de nuestra nación razurina, feliz aniversario hermanos razurinos, feliz aniversario a todos los que llevamos el alma color granate. Colegio José Andrés Rázuri. ¡HASTA EL FIN!

miércoles, 31 de agosto de 2011

Hipocresía


La hipocresía de aquellos que, delante tuyo, simulan ser amigos, para luego hablar acerca de ti a tus espaldas, es lo que más aborrezco en este mundo. Triste es la vida del mediocre, que entorpecido por la inutilidad de su vida y la banalidad de su alma, tiene a bien comentar la de los demás; más triste aún la del cobarde que se oculta tras una falsa sonrisa para terminar luego hablando de algo que considera útil y digno de realizar, hablar de la vida de los demás y más miserable aún se torna su existencia por hablar en ausencia de aquellos por los que se llena la boca vociferando estupideces y de las que no sería capaz aún, a pesar de la inmundicia en la que vive y se arrastra, de repetir delante del agraviado, las heces escupidas por la bella cloaca que lleva por boca.
La parte buena de encontrarte con un hipócrita es que aprendes a conocer realmente a sujetos farsantes que cegados por la estupidez actúan como criaturas, lo más triste es que te das cuenta también de que a pesar de los errores antes cometidos en tu día a día, no has aprendido aún a diferenciar en algunos ocasiones a un buen amigo, de un simple hipócrita mas.
Y es que si alguna virtud he de reconocer en estos seres, es el talento que tienen para actuar, aparentar y sonreírte con una transparencia singular mientras que por dentro sus inquietudes y pensamientos sean muy contrarios a lo establecido por sus canallas rostros. Actores y actrices inigualables, infames y mezquinos badulaques, de inteligencia retorcida y alma podrida por la envidia, el resentimiento y la maldad, estos son nuestros queridos hipócritas.
Jamás entenderé el comportamiento de un hipócrita, por qué ese afán de vivir aparentando lo que no se es, por qué ese afán de ir por la vida dañando la de los demás, por qué hacer de tu vida, de tu desarrollo social, de tu ambiente laboral, de tu entorno familiar, una maraña de falsedad y cinismo. Qué impulsa a alguien a ser falso, qué motivación extraña puede haber en el hipócrita común y silvestre para ser así.
Tal vez y una frustración o traumas con respecto a realidades descubiertas de infancia, tal vez y la hipocresía del mismo hipócrita se centra en la necesidad de llenar los vacíos de su vida con retazos de la vida de los demás, o tal vez y espere cubrir con parches ajenos, los orificios emocionales que aquejan su alma. La frialdad de un hipócrita para sonreírte y luego apuñalar, es comparable al mal psicológico de aquellos criminales, que al menos y cometen la torpeza de realizar sus actos físicamente, la fortaleza del hipócrita radica en la fortaleza de su frialdad, frialdad para contactarte, frialdad para conocerte, frialdad para ganarte, frialdad para atacarte y frialdad para negarte. Execrables y admirables seres con defectos-virtudes no propias de todos pero si ajenas a muchos.
La vida miserable de esto seres abominables, definitivamente no es envidiable. El choque o el encuentro con uno de estos humanos en nuestra vida diaria, sin embargo, no debería pasar desapercibido.
La mejor arma para combatir a estas carroñas humanas, siempre será la lealtad y la transparencia, lealtad para quien se la merece y para aquellos que no, también; transparencia en nuestros actos en nuestro accionar diario, en el qué hacer de nuestros días. Lealtad infinita a los leales y mas desmedida aún con los que no lo son, pues de alguna forma deberán aprender de la dicha y el gozo que se siente al actuar de manera leal con todo el mundo. Del mismo modo la transparencia de nuestros actos, transparencia que refleje claramente los rayos de luz del sol hasta que iluminen por completo los sombríos momentos y lados oscuros de su existencia, esos momentos que los enturbian, que los apremian, que no los dejan vivir con libertad, que los arrastran a la vida miserable y falsa por completo que han decidido vivir.
La vida triste y llena de complejos del hipócrita, es realmente lamentablemente, las señales de envidia y rencor, propias de aquello que de alguna forma no supieron controlar; sus pensamientos y anhelos desde infancia y que por ende, como producto del vacío no solo físico que los rodeó, sino también del espiritual, y del amor de sus padres y familiares, provocan este tipo de actitudes, crean esta especia de lacras sociales, que después de todo no tienen la culpa de haber crecido siendo un simple cascarón, sin nada dentro ni siquiera aún en estado güero.
Miserables falsos de este mundo, gracias a su existencia sabemos que existe el otro lado de la moneda, la gente realmente sincera, inmundos males necesarios de esta vida, la soledad infinita es lo que les queda por tan rastrero modo de vida del que cómodamente se sirven. Gracias queridos falsos, gracias queridos hipócritas, gracias totales, hipócritamente hablando claro.

viernes, 26 de agosto de 2011

¿Un líder o un jefe?

"El falso líder habla a tus espaldas, el líder mediocre, señala.

El buen líder, explica. El líder superior, demuestra. El gran líder, inspira y motiva."… son las palabras de mi compañero de trabajo Cristhian Yoel Rodríguez Vásquez que hoy inspiran este artículo.
Y es que realmente, las palabras de este compañero de trabajo, al que me gustaría tal vez en un futuro llamar amigo, las considero realmente ciertas. Por mucho tiempo se ha debatido la diferencia entre un líder y un jefe, muchas personas consideran ambas palabras como tal, simples y meras vocales con consonantes unidas y sinónimas que de alguna manera representan jerarquía y sumisión, cavernariamente hablando.
Ser jefe implica ocupar un puesto que te da jerarquía, pero que no necesariamente es el origen del respeto, ser jefe tal vez e implica ser un capataz, ser un mandamás, ser un gendarme, un autoritario, un patrón más un simple y ordinario monarca al que todo el mundo debe obedecer, tan solo por ser lo que el titulo de jefe diga y no por lo que realmente dicho jefe sea.
Ser un líder es todo lo contrario, ser líder implica ser ejemplo, ser motivación , ser inspiración, poner y dar el corazón, ser líder implica ser y representar lo suficiente, ser líder es ser motivo y razón suficiente, un líder jamás te ordena, un líder siempre te motiva, un líder jamás te recrimina, al contrario y siempre te aconseja, un líder siempre corrige, un líder jamás se elige, un líder se gana y se origina, un líder es la cabeza y guía de un equipo, no es quien manda y dirige a sus peones.
Un líder es fuente, motivo y causal suficiente para la acción, el jefe es un simple capataz con órdenes sobre un peón, un líder es capaz de mover a toda una legión. Un líder te inspira confianza, un jefe te inspira temor, un líder allana tus temores, un jefe sobrevive de ellos. Un líder origina el cambio, un jefe atrofia el desarrollo. Un líder es consecuente, el jefe actúa segado de poder.
Un líder es siempre cambiante, el jefe es un cavernario andante; un verdadero líder es un verdadero guía, un jefe es aquel que empuja; un líder representa la admiración, un jefe representa la opresión, un líder es constantemente cambiante, el jefe es un fósil caminante.
El falso líder, no es un líder, el falso líder es un mediocre cobarde, un errante mas y un caminante, el líder mediocre siempre señala, porque jamás espera a alguien que le de la contra, el líder mediocre supone motivar cuando lo que verdaderamente hace es intimidar.
Un jefe se hace, el líder nace, un jefe es negligente, un líder es realmente inteligente, un líder está preparado siempre para el cambio, el jefe estará ceñido siempre en el pasado. Un líder siempre está en constante movimiento, un jefe está en constante estado parasitario; un líder es quien realmente da vida, en jefe es quien te absorbe día a día.

Un líder podrá siempre ser un jefe, pero un jefe jampas podrá ser un líder. El buen líder explica, el buen líder te enseña, el buen líder te ofrece conocimiento, el buen líder te ofrece sabiduría, el jefe obstruye tu crecimiento día a día. El líder superior, demuestra, el líder superior no solo enseña, también es motivo y señal de ejemplo, el jefe superior destruye, no construye ni contribuye.
El gran líder, inspira y motiva, el gran líder es realmente líder, el gran líder nace siendo líder, crece en la libertad que le proporciona su liderazgo y en el continuo perfeccionamiento de todos sus hallazgos, un jefe se empapela, un jefe demuestra ser mediocre, un jefe se vale reglamentos, no del respeto y la inspiración por el sujeto.
Es difícil ser un líder, y no es fácil llevar la carga de ser designado jefe, una línea muy delgada une ambos términos, y cualquier estupidez no digna de imitar separa ambos. La línea entre el liderazgo y una jefatura es muy frágil, sin embargo un verdadero líder tiene las cosas muy claras, un verdadero jefe siempre querrá que sean aclaradas. Un líder siempre tendrá criterio, un jefe siempre revisará sus reglamentos.
Para ser líder, no es necesario tener reconocimientos, solo satisface sentir los sentimientos, valgan redundancias, pues ser líder tiene todas y muchas más implicancias. Un líder siempre da la cara, un jefe se escuda siempre en los escritos. Hoy yo quiero celebrar lo dicho por mi compañero Cristhian Yoel Rodríguez Vásquez que tal vez y aún no es jefe, pero puede estar comenzando a ser un líder, aunque eso a muchos no anime y a otros pocos si motive. La grandeza un líder no se mide con unidades de medida universalmente conocidas, la grandeza de un líder la sientes y la imprimes cada vez que encuentras a estas personas indicadas en tu vida. Gracias por tus palabras compañero Cristhian, que la divinidad ilumine tus días, y la de que aquellos que hoy te siguen, y acepten de vez cuando que en ti encontraron a un líder. Sabias palabras, sabio amigo Cristhian, que el eterno de allá arriba, el líder supremo, siempre te bendiga. Exitos “Cebollita”…



sábado, 20 de agosto de 2011

Animales al volante…

No pasa el día, en el que no deje de ver en los diferentes noticieros, de

corte internacional, nacional, local y de medios de comunicación escritos y televisivos, el accidente de algún vehículo hacia alguna persona, el de dos vehículos entre sí, o simplemente un vehículo solo que chocó con algún poste o se desbarrancó. Todo producto claro de la dejadez o, mejor dicho del defecto humano que va al volante y que en su pequeña masa gris lleva cualquier otra cosa, menos la conciencia, la capacidad, la inteligencia y la humanidad mínima suficiente para comprender que detrás de un volante se lleva la responsabilidad de conservar, NO SOLO LA VIDA PROPIA, sino también la de PERSONAS QUE CONFIAN SU VIDA A UN SERVICIO, MUCHAS VECES MAL DADO Y OTRAS, AFORTUNADAMENTE POCAS, PRESTADAS POR UN ANIMAL QUE DA MUESTRAS DEL REGALO DOCUMENTARIO QUE LE HICIERON AL ENTREGARLE UN BREVETE.
Y es que personalmente, estoy harto ya de ver todos los días tanta ignorancia junta, estoy harto de ver seres haciendo gala de su inteligencia inferior y que asumen ser capaces de maniobrar un vehículo en estado de ebriedad, harto de ver que cada vez que me paro a esperar la luz verde de un semáforo, algún animal se detiene delante mío justo encima y cuando quiero yo pasar por el cruce peatonal, SEÑALADO PARA EL PASO SEGURO Y TRANQUILO DE LAS PERSONAS. Harto de ver que la estupidez llega a niveles tales en algunos animales al volante, que piensan que la luz ámbar de un semáforo, es para acelerar y aceleran solo para descubrir que en su soberana estupidez, lo único que hacen es atorar el tránsito de aquellos que realmente deberían pasar y crean incomodidad no solo al 1% por ciento de su noble inteligencia que les dice que se quedaron “atorados” en el tráfico y que tal vez y no lo debieron hacer sino también en aquellos hombres inteligentes, felizmente aún existentes, que saben seguir las instrucciones acordes de un semáforo que aparentemente resulta ser más inteligente que los animales primero mencionados.
Estoy harto de ver a los animales al volante, que responden un celular mientras van conduciendo en la carretera la vida propia y la de sus demás pasajeros y familiares, mucho más aún aquellos brutos y torpes animales al volante que se animan a enviar un mensaje de texto o a leer uno precisamente cuando están manejando y llevando bajo sus torpes manos la vida de muchas personas inocentes que tienen, por necesidad, que pagar por la estupidez disfrazada de hombre. Sorprende mucho más aún aquellos animales al volante, torpes y estúpidos mediocres que se aventuran a pasar a un vehículo en una carretera y vía principal, y mucho pero aún en curvas SEÑALIZADAS como imposibles de pasar de esa forma tan bestial.
Estoy harto de ver tantas muertes absurdas, tantas muertes en vano, tantas muertes por gente estúpida, por gente inconsciente, por gente mediocre, por gente que asume que tener un auto les da caché, y que por ello pueden hacer cualquier cosa para dar rienda suelta y sacarle lustre y brillo a la ignorancia enorme que llevan dentro.
Felizmente y espero no equivocarme, existe otro tipo de seres, detrás de un volante, a los que se les puede llamar humanos, gente consciente, gente educada, gente correcta y noble, gente que sabe lo que debe hacer y cómo lo deber hacer, gente con años de experiencia manejando con criterio y por qué no decirlo gente joven también que sabe y es consciente, consecuente y responsable con cada de uno de los movimiento y giros que le da al volante que lleva en las manos, al volante que cuida su vida y la de sus pasajeros.
Hoy muestro mi hartazgo con una situación que se ha salido de control porque nosotros mismos lo permitimos, porque aplaudimos que un vehículo pase a otro en una curva, porque con nuestro silencio somos cómplices de aquellos animales que realizan algunas de las acciones que comenté párrafos anteriores, si es que no todas en un mismo viaje. Somos cómplices pues no contribuimos con nada en el proceso de domesticar a cuanto salvaje tengamos al frente que nos lleve en el camino de formas tan despreciables y temerarias.
A los brutos y animales al volante, recapaciten y tengan consciencia de la noble labor que realizan y lleguen a buen fin en todos y cada uno de sus vaivenes, el mayor de mis deseos de éxito en su proceso de capacitación, humanización o domesticación y reinserción a la civilización que nos merecemos todos hoy.
A los inteligentes y humanos al volante, gracias por demostrarnos que por personas como ustedes, su profesión sigue siendo aún muy noble, gracias por llevarnos seguros a donde sea que vayamos, de ustedes es el éxito de cada uno de sus viajes, a ustedes les debemos llegar sanos, salvos y a tiempo a donde sea que queramos. Gracias infinitas por su humanidad y que su inteligencia llegue a iluminar las mentes de aquellos que contrarios a ustedes, deslegitiman su noble y siempre necesaria y supongo también infinita labor.

jueves, 11 de agosto de 2011

29 de Julio: Día de Don Luchillo


El 28 de julio de este año, me encontraba festejando las fiestas patrias en una conocida discoteca en Trujillo, recibí la llamada de uno de mis mejores amigos, hasta el momento, era Willy Guillermo invitándome al, en ese preciso instante, organizado cumpleaños de su padre.
Definitivamente no podía negarme a tan honorable invitación, pues aunque no precisamente estaba en mis planes ir a mi ciudad para los feriados, desde que fui partícipe de dicha invitación, algo me hacía suponer que aquel día iba a ser para recordar.
Y es que Don Luchillo, como le llamo yo de cariño a Luis Félix Guillermo Isla, es un ser muy especial, podría decirse que es una de esas personas que no encuentras, un ser humano, de los pocos que conozco, digno de ser llamado gente. Un padre aparentemente ejemplar, cariñoso, y probablemente, supongo yo, muy querendón. Y es que Don Luchillo, como repito me atrevo a llamarlo yo, es así.
Lo conocí en el cole, en la secundaria para ser más precisos, siempre lo recuerdo sentado en aquel escritorio del ambiente de la sub dirección del plantel, siempre recuerdo su caminar pausado, su sonrisa de chiquillo inocente y travieso, aquella que la genética tuvo a bien clonar y trasladar a sus hijos. Aquella sonrisa que caracteriza a la familia de apellido con tono de nombre, y es que los Guillermo, son los Guillermo.
Una rica familia, no necesariamente en el sentido económico, sino en el sentido de unión, y supongo también desunión, como en toda familia. Una familia a la que profesamente declaro envidiable, pues la capacidad de Don Luchillo, no solo alcanza los límites de la enseñanza y la docencia, y porque no decirlo también decencia, de un maestro, sino también atañe los valores y virtudes que puedes encontrar y desear en un buen padre.
Don Luchillo, aquel hombre de ya sesenta años, y perdone usted que lo desnude cronológicamente por este medio, ya es todo un viejo roble, y es que este viejo roble de la mano de su esposa la señora Rosita, quien merece el mayor de mis respetos, han sabido sacar adelante a toda una familia de cinco hijos, varones todos, y pues hoy creo que ha llegado el tiempo de verlos cosechar parte de todo aquello que han sembrado y abonado durante todos estos años.
La reunión inició el 29 de julio a las 13.45 p.m., y aunque mi ayunado estómago fastidiaba del hambre, mi alma se encontraba llena de curiosidad por el desarrollo de aquella reunión preparada por unos buenos hijos, para probablemente, el mejor de los padres. El brindis de honor llegó a la mesa y uno de los cinco hijos tomó la palabra para agradecer, no solo el momento que se vivía en aquella mesa, sino también agradecer la vida entera y el esfuerzo entero de su padre no solo para con él sino también para con sus hermanos. Increíble aún fue para mí, escuchar a cada uno de amigos, de los Guillermo, agradecer al destino y a la vida el ser la familia con el apellido con tono de nombre. Las voces entrecortadas, las persona emocionadas, y me incluyo yo también, los viejos amigos hablando, la familia agradeciendo, todo un conjunto de palabras de dicha y gloria en aquella reunión originadas por un magnífico ser que la divinidad tuvo a bien enviar a este planeta.
Y es que pienso que Don Luchillo es especial, o al menos no común, gracias a usted Don Luchillo, por enseñarme inconscientemente muchas cosas, gracias por aquel abrazo correspondido en mi fiesta de promoción, que tal vez y usted no recuerde pero yo sí, “tranquilícese amigo Walter”, me dijo mientras lloraba en su hombro semi borracho agradeciéndole por ser como es y por los hijos que tuvo además de la dicha de conocerlos. Y es que la familia de apellido con tono de nombre es especial y los cimientos bajo los que sostiene, estoy seguro son muy fuertes e indestructibles.
Aquel día, después del brindis, no se festejaba un cumpleaños, se festejaba la vida, se festejaba la alegría, se festejaba la unión de una familia, todos bailaban, todos conversaban, todos reíamos asombrados y envidiando a la vez los pasos de baile del tío “Loco”. Aquella tarde que se convirtió en noche, fue un medio día para jamás olvidar, no fue un simple cumpleaños, fue un homenaje a un ejemplo de vida, a un ejemplo de docente, a un ejemplo de padre, a un ejemplo de gente, a un ejemplo dignidad, de humildad, de sencillez y abrumadora grandeza a la vez. El ver a los tíos abrazados a los sobrinos, a los hijos abrazados al padre, a los hijos bailando con su padre, al padre llorando y bailando de felicidad con su esposa, bailando con sus hijos y por sus hijos. A todos bailando y disfrutando por Don Luchillo.
Aquel día para mi, fue muy especial, y en adelante sabré que después del 28, tendré que celebrar el 29, y es que el 29 quedará en mi mente como el día de Don Luchillo, y lanzo este artículo, porque creo que es bueno hacerlo, porque creo que por gente como Don Luchillo el mundo sigue siendo mundo, la gente sigue siendo gente y sobre todo por gente como él, vale la pena aún que el planeta entero no deje de existir. Gracias por todo Luis Félix Guillermo Isla, gracias por todo familia de apellido con tono de nombre, gracias infinitas Don Luchillo, gracias padre, gracias maestro y gracias infinitas buen amigo.

viernes, 5 de agosto de 2011

Un momento en la vida de un hombre…

Llega un momento en la vida de un hombre, en el que cree que el tiempo se

está agotando, y es que pasan los años y cuando menos lo esperamos ya hemos envejecido, llega un momento en la vida en el que se revisan los errores del pasado para mirar al presente, un momento en el que nos sentamos o nos echamos a la cama a pensar y decimos: ¡Vaya, cómo las cosas han cambiado!
Llega un momento en la vida de un hombre, en el que das un vistazo al pasado, y revisas los momentos gratos de tu vida, los momentos no gratos también, un momento en el que recuerdas las ilusiones que tenías de pequeño y sonríes recordando aquellas “tonterías” que solías pensar.
Llega un momento en la vida en el que todo te parece cotidiano, en el que despiertas y te dices a ti mismo que vuelve a comenzar un día más. Un momento en el que comienzas a darte cuenta que has caído en la maldita rutina y que a veces te da pereza salir, simplemente de ella.
Llega un momento en la vida de un hombre, en el que piensas en lo simple de la vida, en lo frágil de nuestra existencia. Un momento en el que viajando observas el paisaje por la ventana y te preguntas, cual es el final del horizonte que observamos, un momento en el que ves a niños semidesnudos por la pobreza, corriendo y jugando sucios en su miseria, pero con una sonrisa chefa y envidiable que ya quisiéramos nosotros tener. Un momento en el que vemos a los niños, tan libres, tan despejados, tan despreocupados de ellos mismos tan humanos, tan inocentes, tan poco como nosotros.
Llega un momento en la vida de un hombre, en el que regresas a la tierra en la que creciste y simplemente no la reconoces, un momento en el que los niños a los que antes saludabas con una sonrisa por su picardía, hoy simplemente son más grandes y altos que tú, y más triste aún, han perdido muchos la sonrisa que recordabas en sus rostros.
Llega un momento en la vida de un hombre, en el que decide ser padre o por azahares del destino le toca serlo, un momento en la vida de un hombre que cambia por completo su existencia, un momento en la vida en el que sabes que una vida depende de ti, un momento en el que sabes que tu hijo es lo único que tienes verdaderamente tuyo y te desvives pensando en lo que será de él.
Llega un momento en la vida del hombre, en el que nos toca ver crecer a nuestros hijos, verlos creciendo y sentirlos rebeldes, tan rebeldes o más de lo que nosotros alguna vez fuimos. Tan adolescentes y tan adoloridos, tan afectos y tan ajenos a nosotros. Llega el momento en el que no somos capaces de superar el conflicto de la vida misma, un momento en el que decidimos pelearnos y discutirle al destino, un momento para decidir que algo anda mal y que algo debe, definitivamente, cambiar.


Llega un momento en la vida del hombre, en el que su mundo complejo se vuelve sencillo, un momento en el que concluimos, finalmente, con la concepción de haber aprendido a vivir. Un momento en el que decimos, pensamos y asumimos que hemos madurado. Un momento en el que asumimos que nuestro mundo es el adecuado.
Llega un momento en la vida del hombre, en el que cosecha lo que ha sembrado durante toda su vida, un momento en el que recoge el cariño o recoge el rechazo, un momento en la vida de un hombre en el que asume los errores del pasado, un momento en la vida del hombre en el que se distrae pensando en sus fracasos, un momento en la vida de un hombre frustrado en el que decide dejar de serlo.
Llega un momento en la vida del hombre, en el que te aburres de tus propios temores, un momento en el que decides enfrentar la vida con coraje y arrasar con todo aquél que se atreva, si quiera a entrometerse en tu camino. Llega un momento en la vida de un hombre en el que todo es casi perfecto, en el que casi todo es posible, y en el que sientes el gozo de haber alcanzado el éxito habiendo recorrido por los caminos del pasado.
Llega un momento en la vida de un hombre, el instante cumbre en el que repasas tu existencia, en el que lloras por lo que dejas, en el ríes por lo que visite, en el que anhelas lo que alguna vez conseguiste, un momento en el que te arrepientes de todo aquellos que no hiciste y de lo que alguna vez hiciste también. Llega un momento en la vida en el hombre, cuando exhala su último suspiro, un momento en el que todo se vuelve luz, un momento de reencuentro con los que se fueron, un momento para sentir que estamos vivos de nuevo, un momento en la vida en el que para los muertos estamos vivos y para los vivos, ya estamos muertos.