viernes, 24 de septiembre de 2010

Arayashiki , la columna de Walter Ordóñez

La vida como la conocemos es un conjunto de experiencias dadas en un periodo determinado que inicia con nuestra concepción y termina con nuestra última expiración. Al respecto existen muchas preguntas y pocas respuestas al misterio de la vida después de la muerte. Sin embargo puede parecer absurdo pensar que nuestra existencia en este mundo pasa desapercibida y que todo aquello que aprendimos y vivimos termine cuando nuestro cuerpo físico deja de respirar, acción que netamente refiere a los seres que podemos considerar vivos en este mundo.




Por cultura general y porque la ciencia imperfecta lo dice así, sabemos que todos los seres humanos poseemos 5 sentidos o conciencias, estos son: el oído, la vista, el gusto, el tacto y el olfato. Sin embargo, en algunas culturas de oriente consideran la existencia de mas sentidos o conciencias no comprobables a los ojos de la ciencia que por ende terminan siendo la exposición de una idea que depende de cada ser decidir asimilar o no.



En la cultura oriental, se hace referencia a una sexta conciencia llamada el presentimiento, es decir la conciencia que integra la percepción de los 5 sentidos como imágenes coherentes y elabora juicios futuros sobre el mundo exterior. Nuestra sexta conciencia recopila los datos sensoriales y obtiene la idea de todo aquello que perciben nuestros sentidos. Estas seis primeras conciencias juntas forman la mente consciente.



Se cree que además en la existencia de una séptima y una octava conciencia llamadas "Manashiki y Arayashiki". La séptima conciencia, no depende directamente de los sentidos. Discierne del mundo interior. El Manashiki conocido también como el séptimo sentido, es el alma más profunda que va más allá de la mente consciente. Cuando estamos dormidos, la séptima conciencia oculta emerge en forma de sueños, mientras que las funciones de los seis sentidos permanecen latentes.



El Arayashiki, que es el octavo sentido o la octava conciencia, se describe como "el almacenamiento de la mente". La octava conciencia, recuerda y almacena no sólo todo cuanto hemos experimentado en esta vida –incluida todas las causas que hemos creado con nuestros pensamientos, palabras y acciones- sino también todo lo que hemos experimentado en un pasado remoto. En el Arayashiki se guarda la historia completa del individuo, todo lo que hemos visto, oído, escuchado, leído, y dicho a lo largo de toda una vida desde el momento en que nacemos.



La importancia de llegar a obtener y fortalecer este octavo sentido radica en que es esta conciencia la que al almacenar todas y cada una de las situaciones que acontecieron en nuestra vida, determinan de alguna forma, el rumbo, y el camino al éxito o al fracaso de cada individuo.



Arayashiki, es el almacén de nuestra memoria, y aprender a conocerlo es descubrir nuestro yo interior, aprender a vivir con ello, es aprender a mejorar, desarrollarnos en un nivel físico, espiritual e intelectual, comprender que todas nuestras acciones son almacenadas en esta octava conciencia que va mucho más allá de nuestros siete sentidos y que esta es la que rige las leyes de atracción y repulsión de nuestro éxito o de nuestro fracaso en relación directa a lo que deseamos y lo que hacemos para obtenerlo.



Arayashiki nace con nosotros, se nutre de nuestros actos, de nuestras experiencias, crece con nuestros eventos, se desarrolla en nuestra interior y se muestra a través de nuestros hechos. Cultivar nuestro octavo sentido o conciencia es el objeto de esta columna, considerando siempre que para hablar del modo ideal de morir hay que hablar del modo ideal de vivir. Arayashiki evoca la recordación de todos los detalles que influyeron en las personas que hoy somos y el resultado de las acciones que hasta hoy hemos cometido.



A partir de este sábado, comienza una nueva etapa, no solo en mí como escritor de esta columna sino también en todos aquellos que semana a semana tienen alcance a estos segmentos. Arayashiki nace hoy como consecuencia de una acción y no buscando una ovación, sino al contrario haciendo el llamando a la reflexión y a la mayor de su consideración.



Iniciar una columna no es algo fácil, pero es algo fascinante. Aquello que comenzó como un hobby a través de la escritura de artículos, hoy, gracias a este medio, toma forma y ha crecido hasta convertirse en esta especie de “ser” que lleva por fecha de nacimiento el día de hoy, y de la que quien escribe se considera su progenitor. Arayashiki nace desde hoy por y usted y para usted amigo lector.

2 comentarios:

  1. amigo walter me parece muy buena tu reflexion sobre la octava conciencia a mi todo este mundo de los sentidos me fascina mas por una serie de anime llamada SANTO SEIYA (caballeros del zodiaco para latinoamerica)en esta seria se habla mucho de ello enseña muchas cosas yo no soy creyente de ninguna religion pero si creo en nuestros sentidos en ese septimo y octavo pero para alcanzarlos como se dice se necesita mucha sabiduria a veces diria que buda o jesus si existieron como personas para mi y que alcanzaron esos niveles pero la gente les llamaba dioses y yo creo que en las culturas antiguas hubo muchos como ellos 2 pero si hay que despertarlos para beneficio del planeta,del universo y de nuestras sociedades. Hasta pronto y cuidate amigo muy buen anilisis

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