Un día mas y llegará el nuevo año; para este 2012, los “eruditos” en el
tema de predicciones y todo lo demás aseguran, por millonésima vez, que el mundo se acabará. Lo mismo aseguraban también allá por el año 2000, pero bueno… el ser humano en su afán de figurar y cuestionar lo científico versus lo divino, cosa que resulta siempre innegablemente interesante, llega a estas interesantes conclusiones que al final entretienen a unos y llegan incluso a aterrar a otros.
Este 2011 que se nos va se caracterizó por eventos políticos de trascendencia, por la búsqueda en el mundo de los derrocamientos de antiguas dictaduras, por muertes inesperadas, por fenómenos naturales devastadores, por eventos diarios de horror y muerte, homicidios, parricidios, fratricidios, por asesinatos monstruosos e inexplicables e incomprensibles, hasta ahora para mucho seres humanos.
Si el 2012 el mundo como tal dejara de existir, tal vez y el universo no pierda nada bueno, al menos a estas alturas de nuestra vida. Sin embargo existen aún personas con don de gente por las que considero que gracias a ellos el mundo aún sigue siendo mundo, y dicho sea de paso, nosotros aún seguimos existiendo.
¿Debemos entender el fin del mundo como la desaparición total del planeta tierra en el mapa del universo?, era lo que me preguntaba mientras veía en las noticias los “augurios” de aquellos que aseguran todo terminará el 21 de diciembre, y es que me resulta casi inconcebible de pensar que de un momento a otro todo aquello que denominamos planeta tierra deje de existir, por el simple hecho de que un muro lo tiene escrito o algún sabio de siglos atrás lo pronosticó así.
Al paso que vamos como seres humanos, me resulta más fácil pensar que si algo llegara a pasar para el 2012, más que la desaparición del mundo como tal, tal vez y lo que se llegue a acabar es la humanidad del hombre.
Tal es así, que lo presenciado este año a través de las noticas a nivel local e internacional solo nos hacen caer en cuenta de que algo anda mal con nosotros, el ser humano en el desarrollo de su potencial y de los medios necesarios para su desarrollo, incluidos en este último lo tecnológico, está llegando a un punto en el que no existen casi límites para hacer o dejar de hacer algo.
El uso positivo y negativo de la tecnología, así como los diferentes avances en las distintas formas de lucrar con la privacidad de la gente haciendo el mal, o dañando la integridad de las personas en cualesquiera de sus formas, además de las diferentes formas de crear y destruir que el ser humano está encontrando son nada mas la micro muestra de las cosas que, si bien es cierto a nivel humano nos están llevando por el camino de un desarrollo tecnológico y crecimiento agigantado, por otro lado, nos conducen también a la degeneración de los correctos modos y usos para los que originalmente fueron creados todos los aparatos tecnológicos hasta el día de hoy.
En cualquiera de sus manifestaciones, la destrucción del mundo se me hace imposible, es más factible que los eruditos se refieran al fin de la humanidad que no es otra cosa más que la forma de ”civilización” que el hombre está eligiendo para vivir. Si se tratara todo acerca de esto, es de esperarse que aquellos que vivimos aún bajo el concepto de humanidad y todas sus características permanezcamos aún con vida en un futuro muy cercano. Sin embargo, la otra cara de la moneda, es decir aquellos que en nuestro afán de crecimiento y desarrollo perdemos cualquier sentido de humanidad, estamos condenados simplemente a desaparecer de la faz de este planeta y ser olvidados en la eternidad o mal recordados si es que acaso alguien nos tuviera en su mente.
Estamos a tiempo aún de lograr muchos cambios, no pensemos en qué hacer para salvar al mundo del colapso, comencemos primero a cambiar nosotros mismos y convertirnos en una especie de virus transmisor de bondad y bienestar, hagamos que nuestra conducta tenga un efecto multiplicador sobre los demás y que sobre todo este año que recién comienza, sea un año de cambio real y positivo no solo para nosotros sino para todos aquellos que nos rodean.
Este año 2011 ha terminado, y el próximo que viene debe ser mejor, si considera que es el último en su existencia, viva intenso cada uno de sus últimos días en la faz de la tierra y haga las cosas que jamás haría sino supiera que fuera a morir, al final del año, se dará cuenta de lo rico que es vivir intensamente. Pero si está del lado cuerdo del asunto, considere que el nuevo año que se acerca debe ser un año de cambios, de transformación y sobre todo de superación y realización personal y espiritual. Éxitos en el 2012, un abrazo cálido y fuerte y muchas bendiciones para los próximos 366 días…
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