jueves, 12 de enero de 2012
Carrera al éxito…
La vida nos tiene preparados muchos caminos y cada camino nos muestra siempre una etapa determinada, nos pasamos el tiempo siendo amigos, nos pasamos el tiempo haciendo amigos, nos pasamos el tiempo haciendo nada, nos pasamos el tiempo buscando el amor, buscando esa motivación, buscando darle una razón a nuestra sin razón. Nos pasamos la vida tratando de hacerla viva.
Existen etapas y momentos perfectos, momentos bellos que tienen q terminar, simplemente porque todo lo que tiene un principio tiene un final, y aunque muchas veces ese final implique ser destrozado por dentro para luego recomenzar, es parte de la vida y parte de nuestra necesidad como seres humanos para acumular aquello que los viejos denominan experiencias, que nos permitan dar ese paso para avanzar.
Los aspectos de nuestra vida se dividen creo yo, y en cierta etapa de nuestra vida misma dicho sea de paso, en vida personal, vida familiar y la vida laboral, llegando esta última, muchas a veces a ser de vital importancia pues es donde se desarrollan los grandes momentos de nuestra vida, nuestro desarrollo personal, el conocer a amigos que durarán probablemente para siempre y por qué no decirlo también el amor.
La despedida de un grupo de humanos al cumplir una etapa no es nada fácil, primero porque has estrechado vínculos de amistad, vínculos de compañerismo, porque te adecuaste a sus formas de pensamiento, porque te acomodaste a sus defectos, porque aprendiste de todos, hasta de la persona aparente y equívocamente más insignificante, porque te acostumbraste a todos los días decirles buenos días y darles un beso en la mejilla mientras te reciben con una sonrisa, porque te acostumbraste a conversar con ellos de todo lo que pasó el día anterior, porque sabes que las salidas después del trabajo no se volverán a repetir, porque sabes que aunque tú te vas , muchos de ellos aún se quedarán allí, porque sabes que tu presencia en un grupo humano de alguna forma deja una marca por el rose y tú también eres partícipe y probable protagonista de aquellos que todos denominarán, vacío que dejarás.
Y allí estarán aquella noche, las personas que compartieron conmigo un momento de sus vidas, allí estarán delante de mí aquellas a las que “algo” pude haber enseñado, allí estarán las personas de las que mucho he aprendido, allí estarán aquellas personas con las que muchas veces habré discutido, allí estarán aquellas personas que antes me detestaban, estarán todos allí, entre felices y contentos porque me tocará partir. Y es que la vida es tan conflictiva, los sentimientos son tan humanos, tan propios de nosotros, y sobre todo tan intensos que pueden destrozar y a la vez reparar. Las despedidas causan esa mezcla de emociones, las emociones de pena, nostalgia y cierto dolor de saber que nada será igual, pero la esperanza , la tranquilidad la serenidad , la certeza y la felicidad de saber que todo lo que vendrá después de… será para mejora nuestra.
Artículos atrás escribí acerca de la partida de mis compañeras de trabajo y lo que sentía al verlas partir. Hoy me toca a mi ser el protagonista de esa alegre y triste situación. Conmigo van los recuerdos, conmigo van las alegrías, conmigo van los sustos que pasamos juntos, las experiencias que vivimos, las muertes que casi tuvimos, las sonrisas, las peleas, las riñas absurdas, las palabras alzadas de tono, las palabras de cariño, las palabras de congoja, las palabras de alegría, los gestos, los abrazos, todo aquello que la mente en su octava conciencia no puede dejar de rememorar, esas imágines y sentimientos que nos transmiten nostalgia y alegría a la vez, toda esa bola de sensaciones que nos hacen recordar que somos humanos y estamos vivos.
Gracias amigos, gracias compañeros de trabajo, gracias alumnos, gracias a todos aquellos que compartieron un momento conmigo, gracias por el regalo del tiempo pasado a mi lado , gracias por las experiencias compartidas, gracias por las tardes de conversación, gracias por todos los consejos, gracias por todas las jaladas de oreja, gracias infinitas por todo aquello que hicieron, gracias por haber existido, gracias por regalarme la experiencia más maravillosa del mundo, conocer la vida de otro ser humano y enriquecer mi alma con experiencias ajenas.
Son varios los caminos, pero la meta de todos apunta a una misma, espero chocarnos en el camino, hoy comienza una carrera al éxito, gracias por regalarme el vehículo, gracias por haber sido mi motor, gracias por ser el combustible, gracias por los cinturones de seguridad que me protegerán en todo lo que haga en adelante, gracias por impulsarme a participar de esta carrera..
¿Preparados?, ¿Listos?…. hasta siempre…
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