sábado, 16 de octubre de 2010

Mi amigo Pedrito…

Una de las oportunidades que tienes al salir de tu ciudad natal, lugar en la que toda la vida te criaste y de la que en contra de tu voluntad tienes que dejar para poder desarrollarte a nivel profesional, es la experiencia única de conocer a personas diferentes. Gente diferente a ti, no sólo en costumbres, sino también en pensamientos e ideas, en formas costumbres, dialectos y dejos, todo aquellos que nos da la chispa de seres humanos completamente diferente.




En mi segunda salida lejos de mi burbuja original de nacimiento, la vida me deparó una magnífica oportunidad. Conocer a Pedrito, Pedrito es un tipo bonachón, un niño encerrado en un enorme cuerpo de más de metro ochenta. Un “niño grande” que irradia felicidad e inspira ternura. Recuerdo la primera vez que vi a Pedrito, estaba allí parado, en la misma fila conmigo postulando al mismo puesto de trabajo, sin conocer o saber que en pocos días la vida nos tenía deparado, conocernos.



Pedrito y yo fuimos elegidos, elegidos entre más de 120 personas que nos presentamos a aquel anuncio de empleo en el periódico, vi a Pedrito y me dio gusto verlo allí. Acompañado del resto de integrantes del grupo, hay algo que hace especial a Pedrito. Pedrito es grande, Pedrito es enorme, es como un tótem, el tótem de la alegría, el tótem de la felicidad.



Pedrito es especial, Pedrito es amigo, es paciente, es querendón, es un soñador pero sobre todo es un enorme tipo bonachón. Cuando despierta asegura que sale a correr y regresa a los quince minutos por tan agitada faena aeróbica. Pedrito es así, y no concibo otra forma en Pedrito.



Los chicos lo “vacilan”, los chicos le juegan la chacota, pero el no se inmola, Pedrito no solo es querendón, es sabio y conocedor. Quienes se crucen con él, dirán que es un grandulón, pero estoy seguro que de ese mismo tamaño debe tener el corazón.



La vida no fue buena con Pedrito, la vida no fue buena conmigo tampoco, y probablemente con usted igual, pero Pedrito tiene carisma, conserva la sonrisa del chiquillo, conserva innato el cariño del amigo. Pedrito tiene 24 pero quiere con la incoherencia de un niño de cuatro. Pedrito es único y estoy orgulloso de decirle amigo.



Pedrito hoy es joven, mañana será adulto, hoy hablé con Pedrito, le pregunté qué le pasaba, porque la mirada de Pedrito, algo albergaba, Pedrito es querendón, Pedrito es bonachón, pero Pedrito no es feliz.



Conversamos largo y tendido, entendí a Pedrito, entendí sus sueños, entendí sus porqués, entendí por completo a Pedrito. Hoy estimo más a este gran amigo. Hoy me di cuenta que Pedrito no es de piedra, Pedrito tiene corazón, y sobre todo, Pedrito es una de las personas que acabo de conocer, con la mayor capacidad de razón.

Las personas somos pasajeras, tanto nosotros como nuestros amigos, tanto familiares como Pedrito, todos pasamos cual golondrinas en verano. Las personas que conocemos en el camino, nos brindan testimonios de vida. Algunas de ellas ni siquiera consideran quela tengan, existen personas con problemas, personas sin ellos, personas felices, personas tristes, personas reales, personas aparentes, retratos pintados, retratos auténticos. Hoy conocí a alguien auténtico, Pedrito es mi compañero, tal vez en el futuro lleguemos a ser grandes amigos.



Todos queremos a Pedrito, y pienso que el mundo fuera mejor si existieran más Pedritos, mi mundo ha cambiado desde que encontré a Pedrito. Y seguro cambiará el de ustedes cuando conozcan un Pedrito. La gente pasa, las historias quedan, Pedrito pasará pero su historia quedará. Así pasamos las personas, así pasamos con nuestras historias, así pasa la vida, así quedan las historias.



La historia de una vida, la marcan las personas, las personas con sus actos, las personas y sus arrebatos, hoy escribo solo desde mi cuarto, hoy escribo por Pedrito, hoy escribo por mi amigo. Espero encuentres un día un Pedrito, sabrás que encontraste un amigo. Gracias por todo Pedrito y estés donde estés espero la vida se encargue de reunirme una vez más contigo.



En memoria a un gran amigo… y dedicado a aquellos que han perdido a uno…

Voto a voto… ¿Tal vez gana otro?

Las elecciones pasaron y hubo algo muy particular en esta ocasión, particularidades que acontecieron no solo en el nivel local sino también en el nivel nacional. Podría acusarse deliberadamente a cualquier organismo por la ineficiencia en el conteo de los votos, pero me pregunto a veces qué pasaría si se descubriera que existieran poderes externos o internos que influyan en este proceso.


Si las “mañas” electoreras para ganar y recolectar votos son conocidas, y siempre repetidas, ¿qué se hace por evadirlas?, este proceso tuvo ciertas características: candidatos antiguos, candidatos de retorno, candidatos nuevos, pueblos conformes, pueblos disconformes, mesas no instaladas, gente que no alcanzó a votar, gente que anuló su voto, gente que vició su voto, gente que marcó con conciencia, gente que marcó con inconsciencia y gente que a sabiendas violó con mucho gusto la ley seca.

La contienda electorera se convirtió en una suerte de “guerra” en la que lamentablemente sólo ganaba quien más ataques daba o quien más demagogia hacía. El pueblo confuso por una serie de más de 10 candidatos a provincia, distrito, y región, además de la consejería y un posibilidad de más 10 mil combinaciones para marcar, aunado todo al referéndum en el que muchos de los que votamos por un sí, ni siquiera sabíamos las consecuencias económicas del proyecto que aceptábamos marcando ni las consecuencias a nivel presupuestal que se librarán a raíz de tan “sana” decisión y de otro lado aquellos que marcamos no considerando tener la razón y pensando en la consecuencia futura de tan anónimo como importante proyecto.

Todo un desfile de acontecimientos que dividieron al pueblo en segmentos, el resultado, elecciones de votos ajustados. Candidatos no ganadores ofuscados, y pueblos renegados. Actas quemadas, pobladores inconformes, inconscientes del poder de la democracia haciendo gala de su salvajismo, quemando cédulas marcadas, rompiendo mobiliario escolar, sin considerar que puede ser el lugar donde probablemente estudien sus hijos. Derrotas partidarias, fin de hegemonías en regiones “costumbristas partidaristas”. Eventos inesperados ciudadanos confundidos, ciudadanos mal informados, ciudadanos desinteresados. Presidentes, de mesa no habidos, nuevos alcaldes felices, nuevos regidores y políticos sonrientes.

¿Porqué tanto candidato?, ¿porqué tantos amantes de su pueblo queriendo regresar?, ¿porqué tantos presidentes?, ¿porqué tantos consejeros?, digamos que sea por su pueblo, propongo algo al pueblo, propongo un sueldo austero, propongo un cargo ad honorem, propongo que cada servidor público elegido por el pueblo continúe ganando el sueldo con el que vive normalmente en su pueblo, si estos asuntos se consideraran y existieran… ¿Existiría a caso tanto usurero?

Que la ganancia está en la ejecución de obras, que existen los coimeros, que hay quienes venden su conciencia y su pueblo por dinero, la gente dice que hacen pero roban, que roban y deshacen, que deshacen y no hacen y el pueblo tan amable brinda oportunidades a tanto embustero.

Que existan correctos, los conozco por terceros, que existan capaces, son algunos los fugaces, que existan embusteros, son los que abundan primero. Que el pueblo no confía, y por eso no se fía, el pueblo a veces conoce, pero casi siempre desconoce, que anulo mi voto porque de nadie quiero ser devoto, que mi voto fue en blanco porque nadie me pareció franco, que mejor lo vicio porque no quiero luego andar emitiendo juicio.

En fin, lo hecho está hecho, tenemos gobernantes nuevos, y el pueblo espero sea lo primero. Saludo a los politiqueros y aplaudo la recompensa a su esfuerzo. Si ganaron con justicia demuestren que no llegaron al poder por avaricia, si llegaron por el pueblo que los ama, hagan algo por lo que la gente reclama.

Las elecciones municipales fueron ajustadas, tuvimos que contar voto por voto, sorpresivamente, hubo contratiempos, hubo alboroto, hubo mucho de todo y de todo un poco. Habrán ganado con justicia, habrán perdido los “sin voto”, lo único que tengo claro, es que contando voto a voto, tal vez si gane otro…

¿Un nuevo comienzo?

El domingo pasado vivimos la experiencia una vez más, de elegir a un representante para nuestros gobiernos, locales, provinciales y regionales. Al margen de las victorias y las derrotas, de los felices con el flamante ganador; y de los infelices con el infortunado perdedor; creo necesario recalcar que en esta oportunidad se vivieron campañas intensas no solo a nivel local, sino también a nivel nacional.


El inicio o el continuismo de los gobiernos, determinado por el pueblo, marca un nueva etapa, etapa que puede ser vista como un nuevo comienzo para aquellos rostros frescos y nuevos en nuestra política y una nueva oportunidad, para los marchitos rostros de siempre que siguen conservando la dicha de motivar confianza popular.

El pueblo eligió y si se equivocó o no, aún es temprano para juzgar. Esta última campaña ha sido tan feroz, que lamentablemente sobrepasó la valla del circo electoral al punto tal que hubo muertos, heridos, insultos, bajezas, espectáculos, shows de entretenimiento, mentiras descubiertas, y todo tipo de entredicho entre los otrora candidatos.

Una de las alegrías que me da el término de esta jornada electoral, es que no habrá más anuncios de la tanda electoral, por radio y televisión que interrumpan la programación, no más camionetas con megáfonos por las tardes, dando incansables vueltas por todas partes.

A los partidos que fueron los no ganadores, creo que es rescatable hacer mérito del intento que hicieron, y aunque un “al menos lo intentamos” no sea suficiente, espero no desaparezcan del todo y cuiden del medio ambiente.

La esperanza que conservo es que todos los partidos, ganadores como no ganadores, continúen con su publicitado amor al pueblo y empiecen con la limpieza de nuestros ambientes, ambientes que siendo antes libres fueron contaminados en la presente campaña, con enormes afiches, con una connotable cantidad de papelería, aquellos postes forrados de papel basura, aquellos monumentos manchados de la típica pintura blanca con letras enormes, y todo aquello que represente contaminante a nuestra visión y razón, producto de la campaña electorera en mención esperemos sea borrada y eliminada por aquellos que produjeron su propagación, en honor al inusitado amor al pueblo que proclamaron durante todos estos meses.

Para los flamantes ganadores, sobran las recomendaciones, el pueblo los eligió porque usted los convenció, le dieron su oportunidad y esperamos cumpla con honestidad. Son los valientes vencedores de una campaña que se convirtió en batalla y esperamos demuestren que todo lo que dijeron, no sean solo patrañas.

El nuevo periodo 2011 - 2014 ha comenzado, y espero el pueblo haya despertado, no confíen todo en su otrora candidato pues no sabemos si mañana o más tarde seguiremos pensando que son los indicados. Recuerde ciudadano que el gobierno es del pueblo, es el pueblo quien elige, es el pueblo el que juzga y es el pueblo quien debe participar en los eventos que determinen su crecimiento.


A los no ganadores, no se sientan perdedores pues tentaron a la voluntad del pueblo y la tuvieron en menor proporción a sus opositores. Y a los no perdedores, mis felicitaciones pues convencieron a su pueblo y esperamos cumplan sus promesas y acuerdos.

Así terminaron las regionales y las provinciales, así se vieron, y se vivieron, con finales felices para algunos y no felices para otros. No olvidemos que se viene el 2011, otro año electorero por lo que cuando menos lo esperemos otra vez veremos a nuestros viejos politiqueros.

Un nuevo periodo ha culminado y uno más grande está por iniciar, imagine, si las regionales y las provinciales se desarrollaron de esta manera, le recomiendo guarde canchita y tome asiento que se viene la más cruenta de las guerras. Las elecciones presidenciales están en la puerta y una nueva campaña amenaza nuestra conciencia. ¿Quiénes serán los candidatos?, ¿Quién será el opositor?, ¿Quién será el outsider?, ¿Qué nuevo audio saldrá?, ¿Qué nueva mentira se creará?, ¿Qué nuevas verdades se descubrirán, ¿Qué otro hijo saldrá a decir que quiere el reconocimiento de su papá?, ¿Tal vez una mujer nos gobernará?, ¿Qué otras novedades y situaciones podremos escuchar?, todo esto y mucho mas lo sabremos en nuestra próxima campaña electoral.

Historia de una noche en la capital…

Trataba de conciliar el sueño aquella noche, sueño esquivo a mi almohada durante estos días, mi cerebro decía que tenía que descansar, pero algo en mi decía que había que estar alerta, escuché de pronto, en la oscuridad de la noche, junto a mis compañeros de cuarto en estos tiempos de casi campamento en una ciudad en la que no habitamos, un estruendoso ruido, ruido que sonaba y parecía ser el de un monstruo, monstruo salido de esta nueva jungla en la que me encuentro.


Mi mente estalló en miles de pensamientos, no demoré en entrar en razón, la conciencia me dijo que ese pensamiento era absurdo, que era el pensamiento de un niño. Comencé a recordar entonces aquellos tiempos en los que dentro de nuestras mentes de chiquillos imaginábamos e idealizábamos las cosas de manera irreal, de manera tal que nos formábamos y vivíamos en un mundo lleno de fantasía y alegría. Alegría y fantasía que a medida que pasan los años, muchos desafortunados vamos perdiendo.

Me cuestioné también acerca del porqué de esta pérdida de ideas chiquillezcas, el porqué de nuestras fantasías destruidas y el porqué de nuestras alegrías derruidas. Tal vez la vida es así y parte del proceso en nuestro crecimiento es precisamente perder todo aquello con lo que nuestra mente nació para darle cabida a los pensamientos más “maduros” que hacen que nuestra vida se convierta en lo monótono y cotidiano de nuestros adultos días.

Regresó mi mente a la habitación y entré en razón, aquel ruido no era el monstruo en mi imaginación era mi compañero de habitación que lanzaba ronquidos a todo pulmón, felizmente mi imaginación no tuvo la razón. Pensé…

En qué momento perdemos la candidez de la niñez, en qué momento elegimos crecer, en qué momento debemos hacerlo, en qué momento debemos salir, en qué momento debemos seguir, en qué momento debemos surgir. Muchas preguntas atacaron mi cabeza aquella noche, cuestiones complejas que no obtuvieron respuestas. Cuándo estaremos listos, cómo debemos prepararnos, cómo sabemos qué queremos, cómo sabemos a dónde iremos.

En algún momento nuestra vida cambia, en algún momento nuestro destino se marca, en algún momento nuestro destino se decide, y sobre todo en algún momento decidimos y vivimos. Ayer nos encontrábamos allá y hoy nos encontramos acá, hoy estoy aquí en esta habitación, con compañeros de regiones en toda la nación, Arequipa me invitó una moneda, de chocolates “La Ibérica “y escribo desde una mini notebook de Tacna, pensar que hace poco lo hacía todo desde casa.

Increíble es ver como el tiempo pasa y nuestra vida avanza, como las amistades que antes compartíamos se van alejando con la añoranza de una mejor fortuna, aunque esto signifique para ellos una gran tortura, triste es despertar y recordar cómo aquella persona que quisiste alguna vez tal vez hoy ya no existe. Pero llena también de esperanza, ver cómo las pequeñas vidas de nuestros niños también avanzan.

Todas estas preguntas, nacidas de una idea vagabunda, todos estos pensamientos, aquella noche que permanecí despierto. Todos estos eventos en tan solo pequeños momentos. Todas estas alegrías y recuerdos llenos de sonrisas. Todas estas líneas en una solo noche desde la ciudad de Lima.

El tiempo pasa, las acciones quedan, la vida se acaba, y las personas no somos eternas, la vida nos llega, la vida nos premia, la vida nos castiga, la vida nos cobija, la vida nos maltrata, y también nos arrebata. La vida la queremos pero no la protegemos, la vida nos engríe pero tal vez no le sonríes.

Estos párrafos austeros, en una noche de primavera en Lima, con sabor a invierno, en una noche de desvelo, al lado de mis nuevos compañeros. Todos estos hechos productos de un solo evento. Sabemos cuántos comenzamos pero no sabemos cuántos terminamos. Gente joven, gente adulta, gente niña, gente vieja, gente al fin al cabo, gente con y sin reparos. El sol está por salir y ya me tengo que despedir, hasta la próxima semana, y espero reflexione este fin de semana.