miércoles, 16 de marzo de 2011
¿Qué nos está pasando?
El terremoto del once de marzo en Japón, con el consecuente tsunami de por medio, me hizo recordar lo pequeño que somos y lo frágil que podemos llegar a ser. No solo por la inmensidad de los daños que pude ver a través de los noticieros y que dicho sea de paso, espero nunca seamos los peruanos o cualquier otra nación protagonistas de imágenes tan impactantes como escalofriantes. Japón una de las ciudades mas preparadas en el mundo, se veía minimizada e impotente ante la fuerza devastadora de una de las grandes maravillas de la naturaleza, el mar, aquel que nos llena muchas veces con una simple mirada de un paz absoluta, se convertía en el peor asesino y destructor que la naturaleza pueda manifestar.
La alarma de tsunami en países de occidente no se hizo esperar, y desde aquella mañana en la que salí a trabajar, pensaba en el sueño que había tenido hace pocas semanas, aquel en el que el mundo se acababa. Al salir del trabajo, iba camino a casa y pude ver familias enteras, en la plaza de armas dela ciudad, con sus hijos, cada quien con maletas y mochilas llevando todo aquello que fuera posible de sujetar. Dos cuadras más adelante, el mismo cuadro se repetía, niños con sus pequeñas mochilas cargando ropa y padres sin tener donde dormir, pues habían ordenado la evacuación de la zona en la que vivían y no tenían a donde ir.
Sigo viendo las noticias, y la situación a nivel mundial se ha vuelto insostenible, crímenes desgarradores, accidentes naturales y los creados por el hombre, la civilización dejando de ser civilización.
Hoy Japón no solo tiene un gran reto al comenzar con la reconstrucción de todo lo que han perdido, sino que también el mundo enfrenta una de las peores catástrofes nucleares casi comparables a la explosión de la estación central de Chernobil en abril de 1986. Y es que la crisis nuclear, no sólo impactará a corto tiempo al Japón, sino que también el mundo se verá afectado a largo plazo y esto es un hecho sumamente predecible. Nuevas enfermedades, nuevas formas de cáncer y cualquier otro tipo de eventos derivados de la radiación nuclear están por venir.
El mundo definitivamente está cambiando, el movimiento del eje terrestre producido por el terremoto, así como el anuncio de la “Súper Luna”, para este 19 de marzo, evento titulado así debido que la luna alcanzará la mayor cercanía posible a la tierra en el discurso de su movimiento de traslación como satélite del tercer planeta, el extraño alineamiento de los planetas para el próximo año, así como la aparición del decimo tercer signo zodiacal, Ofiuco u Ophiuchus (el portador de la serpiente o Serpentario), son señales, en mi opinión, de que algo a nivel macro cósmico podría estar pasando.
Al margen de las señales que el mundo y el universo nos está dando, veo con pesimismo el comportamiento de lo que hoy llamamos civilización. Doy una vista a mi alrededor y veo gente desesperada, gente angustiada, gente alegre, gente ignorada, hoy nadie se preocupa por nadie, las noticias me cuentan que la vida, al parecer ya no vale nada, las personas estamos dejando de ser personas, las animales parecen ser mas conscientes que los seres humanos. Y nosotros, espectadores de nuestra propia destrucción, no hacemos nada por cambiar.
No quiero parecer negativo, ni tampoco alarmar a la población, pero siento que algo nos está pasando, estamos dejando de ser civilizados, estamos dejando de ser humanos, estamos dejando se ser racionales, y sobre todo estamos permitiendo que todo lo que pase, simplemente pase. Nuestro comportamiento pasivo ante los problemas que enfrentamos a diario nos está destruyendo, nos está incivilizando y lo repito y lo sostengo, ninguno de nosotros hacemos algo por cambiarlo.
Tal vez y el planeta se aburra de nosotros, tal vez y los humanos estemos dejando de ser humanos, y aunque estoy seguro quedamos una “gran” poca minoría, soy positivo y tengo fe en que juntos podremos cambiarlo. No busco transformar conciencias, no busco cambiar vidas, no busco alarmar personas, solo busco expresar mi opinión acerca de nuestra situación como sociedad y dar mi humilde percepción.
Hogares quebrantados, niños jugando a ser hombres, seres asesinados, seres mutilados, delincuencia por todo lados, muertes en accidentes a diario, catástrofes naturales recientes, incidentes desgarradores a diario, estupidez y aceptación día a día, taras mentales obstruyendo nuestra superación y acelerando nuestra agonía, por todo esto, algo más aunado a lo que veo a diario, hoy mientras escribo esto, solo se repite en mi mente ¿Hasta cuándo seguiremos ignorando?, ¿hasta cuándo seremos tan cerrados?, ¿hasta cuándo seremos tan pasivos?, ¿Hasta cuándo recuperaremos nuestra condición de humanos?, ¿Qué podríamos hacer para cambiarlo?... ¿Acaso nadie quiere darse cuenta?, ¿Qué nos está pasando?
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