miércoles, 16 de marzo de 2011
Soñé que el mundo se acababa…
Me encontraba en cama un miércoles por la mañana y desperté habiendo soñado que el mundo se acababa, pensaba entonces que el 2012 había llegado y se estaban cumpliendo las profecías del pueblo azteca, y de Nostradamus. Comencé a pensar, si el mundo se fuera a acabar ¿Qué terribles cosas podrían llegar a pasar?
Mi mente se llenó de ideas y comencé a desvariar, tal vez y si el mundo se fuera a acabar, la tierra sería la primera que nos debería castigar, tal vez y erupcionen los volcanes, tal vez y los mares inunden la tierra, tal vez y las lluvias arrasen con todo lo que la civilización ha logrado, tal vez y la sequía mate de hambre a muchos pueblos, tal vez y aparezcan nuevas epidemias, tal vez y seamos testigos de nuevas tragedias, incendios forestales, maretazos y huracanes, terremotos, entre otros, todo ello producto del daño humano hecho a nuestro planeta.
¿El fin del mundo?, es imposible, pensaba. Si fuera el fin del mundo, veríamos el fin de la civilización, los seres humanos nos mataríamos unos a otros, no existiría el respeto por la vida, el mundo estaría de cabeza, los niños perderían su inocencia, los adultos perderían la cordura, el mundo iniciaría luchas nunca antes vista, la civilización como lo conocíamos debería haber desaparecido. Si el mundo se fuera a acabar, deberíamos merecerlo, si los humanos que habitamos la tierra merecemos desaparecer, deberíamos estar acumulando “méritos” para perecer. Fue lo que pensé.
Me levanté de la cama y encendí el televisor para ver las noticas de la mañana, increíblemente, encendida la caja boba, vi que los titulares discurrían: “Padre viola a su hija de tres meses, hombre golpea a su esposa con una tabla con clavos, la agrede, lo atrapan y sale libre, niña de catorce años violada durante tres meses, queda embarazada de sus violadores, que precisamente habían quedado libres por el poder judicial, niño de 8 años se mata en su casa porque su madre lo castigaba demasiado, terremoto de 6º grados sacude Nueva Zelanda, lluvias en Perú inundan los sembríos de gente humilde en diversas partes del país, en Italia las lluvias habían causado inundaciones que arrastraban los autos cual barquillos de papel por las calles, niño de 3 años muere de hambre y frío en Ticlio, pues la carretera estaba bloqueada por las lluvias y llevaba allí dos días, tío de 52 años mata a sobrino de 35 en la puerta de su casa, según él, porque quería que el padre, su hermano, sufra, niño de nueve años pierde la mano en Trujillo mientras jugaba con pirotécnico, reportes del SENAHMI advertían que no podíamos exponernos a los rayos del sol desde las 11:00 a.m. hasta las 3:00 p.m. aproximadamente, pues la radiación de los rayos ultravioleta había aumentado, mientras el INEN en Trujillo, comunicaba que los pacientes por cáncer a la piel se habían incrementado hasta en un 250% en el año 2010 solo en Trujillo, esto sin considerar a las personas que no se han hecho aún un chequeo preventivo, en Lima joven de 25 años muere ahogado en un pozo, intentaba rescatar una moneda de un nuevo sol que se le había caído, joven muere electrocutado jugando carnavales, andaba con la ropa mojada y se apoyó en caja de medidores, familiares exigían repuestas”, y las noticias continuaban…
Me di cuenta entonces que mi sueño no era un sueño, mi mente se confundió y no supe si había estado dormido o simplemente mirando más noticias, el mundo como lo conocíamos ya ha cambiado, ahora debemos mirar a todos lados sino morimos, si salimos de casa por la mañana, a largo plazo, la exposición sin protección al sol, que nos da la vida, nos terminará matando, la tierra está temblando, las lluvias están inundando, la gente se está muriendo absurdamente, los “humanos” se están matando, el planeta está cambiando, la tierra nos está castigando, algo está pasando, y puede que la conclusión sea que el mundo en verdad se esté acabando y lo peor de todo es que somos nosotros, insignificantes micropartículas que formamos parte del planeta tierra, quienes lo estamos aniquilando.
Salí a la calle y pensaba, que tal vez lo merecemos, que tal vez y el planeta no nos aguanta más, veía algunas calles y podía ver basurales en vez de veredas, vehículos dejando una señal densa de humo mientras avanzaban, choferes estacionándose en los cruces peatonales evitando que la gente cruce de forma segura la calle, gente tirada en el piso mendigando por algo de dinero, gente robando a otra, gente violando los códigos de urbanidad, los códigos de civilización, salí a la calle y vi los vestigios de lo que hace poco tiempo llamábamos civilización.
Al día siguiente entrando al trabajo, pensaba, si hemos llegado a esto, cómo es que seguimos existiendo, de pronto apareció Enrique, un muchacho que labora conmigo al que muchos llaman especial, o síndrome Down, un chico amable cariñoso, que te saluda con una sonrisa, te aprieta la mano fuerte de manera tal que transmite mucha confianza, una persona inocente, un ser noble, un ser que no merece desaparecer, pensé que tal vez el mundo sería mejor si fuéramos como Kike, como cariñosamente lo llamamos, pensé gracias por existir Kike, gracias por salvarnos, gracias porque por personas como tú el mundo aún merece seguir existiendo. Porque al contrario de lo que creemos deberíamos copiar tu ejemplo. Soporta mundo, soporta por favor, soporta hasta que aprendamos a vivir como lo hace Kike o hasta que al menos personas inocentes y puras como Kike sigan existiendo.
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