sábado, 25 de junio de 2011

“Problemitas” de gobierno…


Las elecciones pasaron, y ante todo pronóstico, incluido aún el equivocado Reinaldo Dos Santos, a partir de este 28 de julio, nuestro nuevo presidente será, Ollanta Humala. Aunque debo confesar que las acciones pre-presidenciales que ha tomado, hasta el momento, me parecen coherentes y bastante distintas, para bien, al comportamiento que esperaba de él, al parecer el próximo gobierno no traerá las acciones y cambios y tan drásticos que proponía y con los que ganó la primera vuelta y por los que se hiciera conocido desde las elecciones del año 2006. Por el bien del país espero no equivocarme. Otra de las buenas primeras acciones que están tomando este grupo de personas responsables del próximo gobierno, fue la de sinceramiento, pues desde un principio, entiéndase principio, claro está, al tiempo después de haber ganado las elecciones, que propuestas como el gas por S/.12.00 u S/.8.00 soles son inviables para la salud económica del Estado. En fin, los ciudadanos tendremos 5 AÑOS para ser partícipes expectantes y protagonistas de los aciertos y desaciertos futuros de nuestro gobernante.
La cobertura que tuvo la victoria electoral del neo presidente Humala, ha desviado la atención total de los medios de las acciones del , aún actuante y saliente, gobierno al punto tal que se prefiere dar una primera plana al viaje que ha realizado el futuro presidente, a algún país latinoamericano, antes que debatir o denunciar aquellas nuevas leyes y/o decretos de urgencia y/o emergencia del saliente gobierno en el que se disculpan actos de corrupción de los funcionarios públicos, así como dicho sea de paso, tampoco se le está dando la debida importancia y por ende exigencia de solución al actual y saliente gobierno al tema relacionado con regiones mineras importantes del país como Puno.
La situación de Puno, en mi opinión, pasa por dos asuntos importantes, el primero de ellos, un pueblo con sentimiento profundo de marginación, con costumbres y pensamientos muy distintos al de la costa capitalina, con mitos, leyendas y costumbres arraigadas a su fe que está siendo invadido y explotado ya por la minería, explotación que tal vez y en algún momento ofreció mejorar las condiciones de vida de un pueblo que hasta hoy no nota la diferencia de vivir con o sin minería, y que hoy por hoy busca la derogación de concesiones mineras importantes que terminarían, según decir y parecer del pueblo puneño, con el ecosistema del lugar así como la afectación de sus aguas y la probable contaminación de nuestro lago símbolo, El Titicaca.
Por otro lado, está el Estado y su desgobierno, desgobierno para tomar y asumir decisiones políticas sin respetar la idiosincrasia de un pueblo, y que por ignorancia o adrede, actúa movido por fines netamente económicos, pues si bien es cierto estas nuevas concesiones beneficiarían a nivel Producto Bruto al país, y mejorarían altamente los índices micro y macroeconómicos del mismo, no pasa así con los niveles de vida de la población que , debería verse beneficiada de algún modo por toda esta suerte de paraíso mineral que representan, no solo para la nación sino también para el mundo. Adicional a ello, nuestro querido Gobierno central no necesariamente tiene toda la culpa y responsabilidad por esta situación, pues no olvidemos que gran parte del canon minero de la región lo recibe el mismo gobierno regional.
El asunto aquí es una cadena de ignorancia a nivel Estatal, mezclada con la indiferencia del gobierno y la ignorancia también de la población, que lamentablemente no alcanza a ver mejores formas de reclamo, que paralizar el comercio de su propia ciudad y bloquear las pistas de acceso principales, no con el fin de solucionar algo, sino con el único afán de llamar la atención, la atención de los medios que muchas veces los ignoran o los recuerdan solo una temporada del año cuando están muriendo por las heladas del clima, sino también llamar la atención del mismo Estado, y la atención de sus propios conciudadanos que solo sabemos de ellos, lamentablemente por este tipo de percances.
Lamentable la acción del pueblo Puneño, lamentable el bloqueo de carreteras y accesos principales a su propia ciudad, lamentable el destrozo de los bienes públicos, y establecimientos públicos, lamentable el hacer sentir su voz de protesta marchando semidesnudos, lamentable el llamar diálogo al ciego y preponderante estilo de hacer valer únicamente su propios puntos de vista y opinión, lamentable la acción de sus dirigentes. Inepta la aptitud y actitud de nuestro saliente gobierno, ineficientes los medios de control que se aplican, si es que para estos casos algo se está haciendo. Los levantamientos sociales han sido uno de los puntos débiles de nuestro gobierno actual y al parecer, si la situación sigue así, Puno podría terminar como un probable Madre Mía o un Andahuaylaso.
Algunos analistas consideran que todo esto es maniobra del electo presidente Humala para llegar al poder y calmar las aguas apareciendo como El Salvador. Yo opino que sea como fuere, me gustaría ver a nuestro aún presidente García, no solo jactándose de inaugurar un Cristo de cemento que rinde honor a su egocentrismo ya demostrado, sino también tratando hasta el último día como presidente de nuestro país, de cumplir si quiera parte de las funciones que adquirió desde que colocó sus enormes posaderas en el sillón presidencial, la seguridad y la tranquilidad de todos los ciudadanos de su país, para bien y prosperidad de toda la nación.

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